En Independiente Rivadavia no todo es malo. Existen los verdaderos hinchas y grupos de trabajo que le ponen más que el corazón al club. En esta ocasión dos de sus filiales oficiales, la “Bautista Gargantini” y “Cómo no sentirme así”, junto a los padres de las disciplinas de los Deportes sobre Ruedas del CSIR, encararon una serie de actividades para seguir avanzando por la querida pista.
Lo del amor incondicional en el Azul no es una novedad y ante los golpes económicos que viene sufriendo el país, los hinchas de la Lepra le ponen el pecho y hacen cosas de tinte imposible. La cancha de hockey sobre patines (hoy de las disciplinas sobre ruedas) sigue siendo el objetivo de un puñado de voluntades, que nunca bajó los brazos.
En estos días las labores fueron muchas. Se llevaron a cabo trabajos de limpieza, arreglos de la superficie de juego como así también se avanzó en las adyacencias de la cancha como es el armado de las tribunas, entre otras cosas. Dichos movimientos en la Ciudad Deportiva lo comandaron las mencionadas agrupaciones junto con algunos papás y mamás.
En este sentido, uno de los referentes de la Subcomisión de la disciplina, Daniel de la Reta, confesó que se necesita más ayuda: “Les pedimos a los simpatizantes que se sumen a este sueño. Nuestro objetivo es que lo más chicos sigan creciendo con los colores de Independiente y puedan tener un sentido de pertenencia con el club. Les pedimos que se acerquen a sumar su granito en lo que sea, realmente es muy importante. Tenemos que estar más unidos que nunca”, se esperanzó.
Siguiendo con el tema, Franco Román, uno de los referentes de la –Cómo no sentirme así-, habló de lo que significó dar esta gran mano y manifestó: “Las sensaciones fueron de satisfacción, ya que con lo que pudimos hacer a través del sorteo nos acercamos más el anhelo de todo los hinchas leprosos que es tener la pista terminada en La Perla. Lo hicimos también por los chicos que son el futuro de la institución. Vamos a seguir trabajando por la meta”, concluyó.