Laura Horta es mamá de 3 hijos y Decana de la Facultad de Educación de la Universidad Maza. Pero también siente un amor profundo por la montaña.
Durante toda su vida Laura práctico una gran cantidad de deportes, sin embargo, luego de formar su familia, decidió dejar de lado parte de sus actividades para dedicarse 100% a sus hijos.
Sin embargo, cuando sintió que ya eran grandes e independientes, decidió retomar la actividad a los 42 años, cuando empezó a correr.
Hoy con 53 años, Laura siente que puede volver la mirada hacia adentro y comenzar a concretar esos desafíos que antes no pudo.
Sus grandes expediciones
Su primera gran cumbre fue el Aconcagua, una experiencia que asegura no olvidará jamás.
No sólo porque de las 12 personas que iniciaron el ascenso, ella fue una de las 5 que lograron llegar al punto máximo de la montaña más grande de América, sino también porque en cada paso descubría que era realmente feliz.
Y aunque también cuenta con más de 50 cumbres en el Cordón del Plata de Mendoza, su provincia natal, siente que uno de los cerros más bellos que hizo fue el Cerro Plomo en Chile.
Otra experiencia que no olvidará jamás, es La Misión, una larga travesía donde completó un recorrido de 160km, en un máximo de 72 hs, en forma 100% autosuficiente, en pleno contacto con la naturaleza, en un entorno montañoso, en el sur de Argentina.
Laura se define como una mujer igual que todas, simplemente siente un amor profundo por la montaña: “La montaña para mí tiene algo hermoso y a su vez desafiante, que siempre te invita a recorrerla un poco más, a conocerla mejor.”
Con el paso del tiempo, Laura descubría que podía desafiarse mucho más, por lo que gracias al apoyo de su entrenador Sergio Furlán, decidió emprender su nuevo objetivo, alcanzar el Manaslu, una de las montañas más altas del mundo.
Manaslu, la montaña de los Espírutos
Durante abril de este año, la docente mendocina, junto a un equipo de montañistas, emprendió un corto viaje hacía la cima del Everest en Nepal. Su objetivo era conocer el terreno y buscar apoyo para su próxima travesía.
Además de llegar al campo base del Everest, también logró hacer cumbre en el Kala Patthar, de 5.644 metros de altura, localizada muy próxima a la frontera con China
Si bien en un inicio su plan era hacer cumbre en el Cho Oyu, no fue posible por motivos administrativos y sanitarios de China, que es por donde se ingresaba a esa montaña.
Por lo que decidió que comenzaría el 30 de agosto de este año su expedición hacia el Manaslu, que, con 8.163 metros de altura, es de una de las montañas más altas del mundo.
La “Montaña de los Espíritus”, como también se la conoce está situada en el macizo Mansiri Himal, parte del Himalaya en la zona centroccidental de Nepal.
Laura necesita ayuda para lograr su sueño
A partir de ahora, comienza la cuenta regresiva en la que Laura deberá prepararse no sólo física, técnica y mentalmente, sino también conseguir los fondos necesarios para lograr su sueño.
“Sin ayuda no puedo”, admite y comparte que en sus redes sociales muchas personas le han compartido la cantidad de sueños que no pudieron lograr porque no supieron pedir ayuda.
El proyecto tendrá un valor aproximado de 40.000 dólares, por lo que además de haber vendido su camioneta y pedido un préstamo al banco, invita a todas aquellas personas que deseen y puedan a sumarse con un poco de ayuda.
El objetivo de esto, más allá de lo económico es que cada persona que realice un aporte, sin importar el monto, sepa que está subiendo un metro con ella.
“Quiero que cada persona suba conmigo el Manaslu, los quiero llevar a todos conmigo y si logro la meta, quiero que sea un orgullo comunitario”
También está buscando distintas empresas que quieran acompañarla y actuar como sponsors. Empresas que quieran apoyar a una mujer que decide ir nuevamente por sus sueños a pesar de todo
“Sinceramente este gran desafío no es solo por mí, es por cada persona que se desafía a sí misma.
Es por cada mujer que más allá de ser madre y esposa se anima a soñar en grande”.