No es suerte, sino técnica. No es error ajeno, sino lectura gestual del adversario. No es infortunio del contrincante, sino el segundo justo y ni antes ni después.
Una definición por penales implica una retroalimentación psicológica luego de duelos intensos durante el tiempo regular, la adición y, si lo hubiera, el suplementario.
"Dibu" está instalado en el podio de los mejores arqueros del fútbol argentino de todos los tiempos y aún tiene el plus de una justa evaluación para aspirar al escalón principal en la historia albiceleste.
Ecuador lanzó cinco penales, uno de estos en el palo durante el partido más los dos iniciales en la tanda definitoria; es decir: solo dos convertidos y tres marrados.
Domínguez no atajó ninguno: Leo en el travesaño y cuatro aciertos albicelestes.
Fortaleza mental, uno; dubitativo, el otro.
Las asimetrías remarcan que el campeón del mundo tiene resto: un lanzamiento lo tapó a mano cambiada y en vuelo.
No fue la noche de Leo: al equipo lo compensó quien más fuerte psicológicamente se mostró en las instancias clave.
Larga vida, señor Damián Emiliano Martínez.
UNA TREMENDA MARCA
Total penales: 20 (con tandas) Goles, 10 No goles, 10 (50%): 7 parados, 2 fuera y 1 al poste.
EL PODER DE LA AUTOCONFIANZA