La mujer de 25 años había sido desvinculada de sus tareas en el supermercado. Días después, se acercó al lugar para una reclamar una deuda y, ante la negativa de los propietarios, descargó su furia destrozando de los vinos.
Ante semejante reacción, los propietarios del lugar dieron intervención a la policía, que detenerla y quedó detenida en la alcaidía de la ciudad.