El infectólogo Pedro Cahn aclaró este lunes que la viruela del mono tiene "una tasa de transmisión inferior a 1", por lo que consideró que "no hay que alertar a la población", luego de que ayer el Ministerio de Salud de la Nación reportara el primer caso sospechoso de un paciente con "síntomas compatibles con viruela símica" que hizo la consulta en la ciudad de Buenos Aires y cuyas muestras están siendo analizadas por el Instituto Malbrán.
"Por el momento es un tema de preocupación para quienes trabajamos en enfermedades infecciosas, para las autoridades de salud pública. No hay que alertar a la población", aseguró el director científico de la Fundación Huésped.
"No es de fácil transmisión de persona a persona, la gente no tiene que pensar que lo que pasó con Covid pasa con todos los virus", explicó Cahn esta mañana en diálogo con la radio Urbana Play.
Y precisó: "Hay virus que son muy transmisibles, que tienen un índice de trasmisión de 7, de 10, como ocurre con la variante Ómicron del Covid".
"Sin embargo, tenemos situaciones como esta de la viruela del mono donde la tasa de transmisión es inferior a 1, o sea que tomando las medidas sanitarias apropiadas cuando aparece un caso se puede contener fácilmente la posibilidad de un brote", explicó.
Respecto de esta variante de la viruela, el médico indicó que hasta ahora han sido detectados "algo menos de un centenar de casos en unos 12 países" y explicó que es una enfermedad que "no es nueva, está descripta desde la década del '70".
"Es un virus muy parecido al de la viruela humana, pero es más benigno, por lo menos la variante que está circulando en el mundo que es la variante de África occidental", detalló Cahn y agregó: "Es una variante que produce enfermedad, pero que tiene una tasa de mortalidad muy baja".
Sobre las formas de infección del virus, el especialista dijo que "no está demostrada la transmisión a través de los fluidos sexuales, no descarto que pueda existir, pero sí está demostrada la transmisión por contacto estrecho".
Y amplió: "A través de las gotas de saliva, como ya hemos aprendido de otras enfermedades que se trasmiten por vía aérea, pero también por el contacto con las vesículas que se rompen".
Sobre este punto, Cahn indicó que el cuadro clínico de la enfermedad empieza con fiebre, dolor de cabeza, mucho malestar, decaimiento y la aparición de ganglios inflamados en el cuello.
"Luego aparece un brote en la piel, que empieza siendo manchas, lo que se llama máculas, después se transforman en pápulas y, finalmente, se forman vesículas o pústulas que se rompen y dejan una marca cuando se cae la costra".
"La trasmisión puede ser por el contacto cercano a través de tocar esas lesiones o también por vía aérea y eventualmente por objetos inanimados, como puede ser la sábana", concluyó.