Desde el martes 1° de abril habrá un nuevo aumento de los precios de la nafta y el gasoil en los surtidores. El aumento en el que trabajan las petroleras no superará el 1,75% mensual promedio para sus combustibles, en línea con el movimiento de marzo, según dijeron a Infobae fuentes de YPF.
El incremento se ubicaría por debajo del 2%; es decir, menos que la inflación proyectada para este mes. Si bien el resto de las petroleras aún no confirmaron si se adherirán ni en qué proporción, generalmente suelen acompañar los ajustes aplicados por YPF.
Durante marzo, se mantuvo la volatilidad en los valores internacionales del petróleo, algo que quita presión a nivel local. El incremento servirá para acompañar el ritmo de ajuste mensual del tipo de cambio oficial -crawling peg-, de 1%, y una suba marginal del impuesto a los combustibles líquidos. El Gobierno mantiene diferida la actualización del tributo desde mayo del año pasado, para evitar sumar presión a la inflación.
En el mercado esperarán que el primer paso de los incrementos sea de YPF. La petrolera estatal concentra el 60% del mercado local y sus competidoras suelen aplicar subas en la misma línea.
Desde su llegada al poder, Milei impulsó una liberalización del precio local de los combustibles tras el atraso que dejó la gestión anterior. La nafta en la Ciudad de Buenos Aires pasó de $311 en noviembre de 2023, antes del recambio presidencial, a $1.173 en marzo de 2025, según el portal especializado Surtidores. Esto representa un aumento del 277,5% nominal, muy por encima de la inflación acumulada en el período.
Sin embargo, la mayor parte de ese incremento se produjo en el inicio de la gestión libertaria; posteriormente, los aumentos se alinearon con el deslizamiento del tipo de cambio y la variación del impuesto a los combustibles. De hecho, el Gobierno postergó de manera ininterrumpida, desde mayo del año pasado, la actualización del tributo basada en la variación trimestral del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec.