El senador nacional por Entre Ríos, Edgardo Kueider, rompió el silencio desde su celda en Paraguay, calificando como “una locura institucional” los intentos del Senado de expulsarlo tras ser hallado con más de 200 mil dólares sin declarar. En declaraciones al diario La Nación, el legislador aseguró que “el dinero no estaba” en su mochila y acusó a sus pares de vulnerar su derecho a la defensa.
“Es inaudito que el Senado quiera echarme sin escuchar mi versión de los hechos. Están violando principios constitucionales como la legítima defensa”, expresó Kueider, visiblemente molesto por lo que considera un atropello político y jurídico.
El relato de Kueider: una versión bajo presión
El legislador entrerriano detalló lo ocurrido durante el operativo en Paraguay, insistiendo en que fue víctima de una interpretación arbitraria. “No fui sorprendido en flagrante delito porque el dinero no estaba en mi mochila. Después del operativo, el personal de la Aduana colocó todo lo encontrado en el auto dentro de la mochila”, explicó.
Además, aseguró haber declarado la cantidad de dinero que llevaba consigo. “Yo declaré lo que tenía encima. Lo que están diciendo es falso, una mentira”, subrayó. Para Kueider, las acusaciones carecen de sustento sólido y no justifican una medida extrema como su expulsión del Senado.
Un Senado dividido y una votación crucial
Mientras tanto, en el recinto del Senado argentino, avanzaba la sesión para definir el futuro político de Kueider. Los bloques de la oposición, liderados por la UCR y el PRO, parecían inclinados a votar a favor de su exclusión, argumentando la necesidad de preservar la institucionalidad.
Sin embargo, los dichos del senador detenido generaron incomodidad en algunos sectores. “No pueden tomar una medida sancionatoria por una presunción”, advirtió Kueider, buscando ganar tiempo y apoyo en un escenario político que parece cada vez más adverso.
Impacto político e institucional
El caso ha puesto a prueba los límites entre la ética parlamentaria y el derecho a la defensa de los legisladores. “Reclamo una mínima instancia de defensa para contar mi versión”, insistió el senador, apelando a principios básicos de justicia y constitucionalidad.
El desenlace de la votación marcará no solo el futuro de Kueider, sino también un posible precedente en el manejo de casos controvertidos dentro del Congreso argentino. Para Kueider, su expulsión sin un debido proceso sería una "herida institucional" con consecuencias impredecibles.