En el marco de un nuevo paro nacional, llevado a cabo por la Confederación General del Trabajo (CGT) , el segundo en un poco más de 40 días del nuevo gobierno; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, intentó tomarse un colectivo en su plan de mostrar la contracara del discurso de los sindicatos. Sin embargo, no pudo pagar y causó risas entre los presentes. En declaraciones a la prensa en la estación de Constitución, con poca gente por la medida de fuerza, la funcionaria se llevó una sorpresa al intentar abonar el pasaje.
Al momento de colocar la tarjeta SUBE, el colectivero le advirtió que no tenía saldo y no pudo pagar el boleto. “No tiene saldo, viejo”, lanzó la ministra al darse cuenta de la situación. “Es un caradura, no tiene saldo”, agregó luego en alusión a un destinatario que no se aclara y luego devolvió la tarjeta que, al parecer, le habían prestado.
Durante las primeras horas del paro, Bullrich aseguró que “es el paro de la debilidad” y le pidió a la gente que saliera a trabajar. “Salgan los que aún no han salido a trabajar, hay medios de transporte y colectivos, salgan y utilicen su auto que no hay problemas de seguridad, su bicicleta, su moto. El país necesita que trabajemos”, sostuvo la titular de la cartera de Seguridad.
Y continuó: “Aquellos que han hecho actos vandálicos están en una situación de debilidad, porque si para lograr un paro tenés que tirarle una piedra a un colectivo, estás en una situación de debilidad. Este es el paro de la debilidad”.
Fue en ese contexto que la ministra ratificó las denuncias de colectivos y choferes agredidos que no acataron el paro y se confundió al pronunciar una palabra. “Hubo esquinas donde los colectiveros en algunos casos fueron agredidos, les pusieron clavos migueletes", y rompieron vidrios con un objetivo muy concreto: a aquel que quería trabajar le querían impedir por la extorsión que trabaje”, dijo.