Santiago Maratea no es muy apegado a las cámaras y por lo general no es da brindar entrevistas, por eso cada vez que aparece ante en público tiene un gran rebote en redes sociales. Este mediodía estuvo en el piso de La Peña de Morfi y habló de todo con el conductor del programa, Jey Mammón.
Después de darle la bienvenida, Jey le preguntó “¿Qué fue lo más bizarro que te pidieron?”, “Operación de tetas, me han pedido mucho, todo el tiempo. No es tan bizarro el pedido, pero me llega todos los días. Lo piden como en chiste: ‘Santi, pagame la tarjeta, la facultad...’ Me han pedido que pague la deuda externa, y encima hice mal el cálculo”.
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Además, aseguró que no sabe de dónde surgen sus ganas de ayudar. “No sé, tal vez de algo muy simple: me cae bien la gente”. Al mismo tiempo, remarcó que ya no siente la presión de hacer todo bien, que puede disfrutar de pifiarla porque ya maneja las críticas.
“Yo creo que es una construcción que hice en redes, mostrándome como soy. Mi forma de mostrarme da más confianza porque es más real. Yo no soy tan bueno y siempre lo muestro”, indicó.
Y, mostrando las dos caras de la misma moneda, dio un ejemplo que sorprendió: “Compré un perro. Por otro lado, junté plata para un refugio. Yo sentía que adoptar un perro era algo muy ‘Santi Maratea’. Tampoco es que voy a militar que la gente no lo haga”.
El proyecto de Santi Maratea: una ONG como caja de herramientas
El influencer, en el programa de La Peña de Morfi dio un anticipo de lo que se vine, el joven hace tiempo que busca crear su propia fundación con el objetivo de seguir realizando las colectas que ya ayudaron a decenas de personas. "La creación de esta fundación surge como una caja de herramientas para las personas que necesitan ayuda", dijo Santi en el programa.
“El problema en Argentina generalmente es estructural. Entiendo que eso, a cuentagotas, es lo que termina haciendo que muchas personas que quieren mejorar algo renuncien. Estás cubriendo parches, no estás resolviendo el problema”, señaló.
Es por eso que apuesta a su ONG: “Confío en lo que quiero hacer. Le tengo mucha fe a que con el tiempo esa organización pueda terminar abarcando más de lo que abarco yo. Y eso no es lo que la gente espera de una fundación”.
“Será funcional para las comunidades, para organizarnos y poder abarcar más y más. Por ejemplo, si juntas a todas las mamás que tienen hijos con cáncer infantil en Argentina, y le das una herramienta, lo resuelven. Lo único que hacen es averiguar e informar sobre la enfermedad. Y faltan recursos, herramientas y contención. Por eso creo que la fundación va a funcionar”, expresó pensando en el futuro.