En la encantadora provincia de Mendoza, donde los viñedos se extienden hasta donde alcanza la vista, existen ciertas normas de oro que todo amante del vino debe seguir para aprovechar al máximo su experiencia bodeguera. Flor de Bodegas, una reconocida experta en el mundo del vino y turismo enológico, compartió sus 10 mandamientos para aquellos que desean sumergirse en la cultura vitivinícola mendocina.
Primero, y quizás más importante, está el mandamiento de no excederse visitando bodegas en un solo día. Florencia recomienda limitar las visitas a dos bodegas, reservando la última para la hora del almuerzo. Después de una satisfactoria comida, la experiencia de degustación adicional puede resultar abrumadora.
Otro mandamiento es la elección de un hospedaje estratégico. Si se planea recorrer varias zonas vitivinícolas, se aconseja elegir un lugar de hospedaje que esté convenientemente ubicado, lo que permitirá ahorrar tiempo en los traslados y maximizar el tiempo en Mendoza.
La seguridad al volante es crucial, por lo que Flor advierte sobre el peligro de consumir alcohol si se planea manejar durante las visitas a las bodegas. Este mandamiento enfatiza la importancia de priorizar la seguridad de uno mismo y de los demás.
Además, organizar y reservar con anticipación todas las visitas a las bodegas. Las mejores experiencias suelen requerir reserva previa, por lo que planificar con antelación es fundamental para no perderse ninguna oportunidad.
El equilibrio entre el consumo de vino y agua también es un mandamiento esencial para Florencia. Por cada copa de vino disfrutada, se debe tomar una copa de agua para mantenerse hidratado y apreciar mejor el vino durante toda la jornada.
Asimismo, el sexto mandamiento de Flor de Bodegas es planificar los traslados con anticipación para evitar contratiempos y explorar con tranquilidad cada bodega. Se pueden considerar opciones como contratar un servicio de transporte o planificar una ruta en auto.
Vestirse cómodo/a es otro mandamiento clave para disfrutar plenamente de las visitas a las bodegas, ya que estas suelen implicar caminar por viñedos y bodegas. Por lo tanto, se recomienda usar ropa y calzado adecuados.
El octavo mandamiento refiere a la importancia de desayunar bien para estar preparado para un día lleno de catas y recorridos. Una buena alimentación desde temprano ayuda a recargar energías y mantenerse alerta durante las actividades planificadas.
Reservar para el atardecer es un mandamiento especial, ya que algunas bodegas ofrecen experiencias únicas al caer el sol. No hay que perder la oportunidad de disfrutar de vistas impresionantes y vinos extraordinarios durante esta hora mágica del día.
Finalmente, Florencia recomienda explorar las experiencias locales, ya que Mendoza ofrece mucho más que solo grandes bodegas conocidas. Buscar experiencias auténticas y diferentes, como visitas a pequeñas bodegas familiares o viñedos boutique, donde se pueden descubrir verdaderas joyas del mundo del vino.
Siguiendo estos mandamientos, cualquier aficionado al vino podrá disfrutar al máximo del turismo bodeguero en Mendoza, sumergiéndose en una experiencia única llena de aromas, sabores y descubrimientos inolvidables.
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