La miel es un alimento versátil que se puede tomar sola, para dar sabor a las bebidas o bien para cocinar postres y platos elaborados como chuletas de cordero o berenjenas. Además, su función como edulcorante es incluso más potente que la del azúcar y su valor en nutrientes y vitaminas la convierten en un producto indispensable en la dieta diaria.
La miel es un alimento muy saludable, muy rica desde un punto de vista nutricional tanto en vitaminas (en especial A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6) como en minerales (como el cobre, magnesio, potasio, sodio, hierro, fósforo, calcio, yodo y manganeso), además de destacar por otras propiedades medicinales sumamente útiles e interesantes, como por ejemplo es el caso de su efecto revitalizante, de ahí que su consumo esté recomendado en estados de cansancio tanto físico como mental.
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Propiedades
Según varios estudios, Hipócrates, padre de la medicina, ya la utilizaba la miel para curar problemas cutáneos, al igual que los egipcios, que la empleaban para sanar heridas y embalsamar a los muertos.
Las propiedades de este alimento son numerosas. Entre ellas destacan sus beneficios para eliminar toxinas y proteger el hígado contra los efectos secundarios de los medicamentos.
Es un fuerte estimulante que ayuda a combatir los momentos de estrés y agotamiento, como los exámenes, ya que su algo contenido en minerales favorece un recuperación más rápida.
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Por otra parte, usada con limón o en infusiones es un remedio idóneo para combatir el dolor de garganta y la tos. Además, sus minerales convierten a la miel en un antibiótico perfecto.
Asimismo, más allá de los beneficios que tiene ingerir la miel, aplicada con aceite de oliva genera una mascarilla que podemos aplicar en la piel para corregir imperfecciones de la piel.
Quiénes no pueden comer miel
- Bebés y niños pequeños
Ni para niños menores de 1 año, ya que puede contener esporas de una bacteria llamada clostridium botulinum, la cual produce una neurotoxina bacteriana conocida como toxina botulínica.
Estas esporas pueden germinar en el sistema digestivo del bebé o del niño, causando una enfermedad grave que en ocasiones puede ser mortal conocida con el nombre de botulismo, la cual ocasiona determinados síntomas como dificultad respiratoria, pérdida de tono muscular, falta de apetito, falta de expresión en el rostro y dificultad para tratar. Cuando se complica puede causar una debilidad prolongada y una disfunción del sistema nervioso.
Pero los riesgos del consumo de miel por parte de bebés y niños pequeños no solo se debe a la posible aparición del botulismo, sino por que consumirlo a edades tan tempranas puede favorecer el desarrollo de alergias, debido tanto a las proteínas procedentes de las glándulas de la abeja como a los granos de polen que contiene.
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- Personas con diabetes
De todos es sabido que el consumo de miel no es adecuada para diabéticos, ni recomendable, ya que posee un mayor poder endulzante que el azúcar y su índice glucémico tiende a ser muchísimo mayor.
Eso sí, como manifiestan muchos nutricionistas, sí es aconsejable el consumo de miel o de cualquier otro tipo de azúcar de rápida absorción cuando se produce hipoglucemia, condición en la que es necesario consumir azúcares simples para aumentar la glucemia en sangre rápidamente.
- Si se sigue una dieta de adelgazamiento
100 gramos de miel aportan 350 calorías, mientras que un 80% son azúcares. Precisamente por este motivo la miel es un alimento saludable pero tremendamente calórico, por lo que su consumo no es aconsejable en personas que sigan una dieta para perder peso, o quienes desean controlarlo.