Falta cada vez menos para las fiestas decembrina de Navidad y Año Nuevo, una de las mejores épocas para manifestar buenas intenciones, deseos y atraer la prosperidad para el 2025 para la familia. Para ello hay un ritual del Feng Shui para armonizar el hogar y llamar a la buena fortuna.
Esta antigua filosofía china busca armonizar el entorno con el fin de generar bienestar y equilibrio en la vida de las personas. Las vísperas de Navidad y Año Nuevo son momentos especiales donde circulan todo tipo de energías positivas propicias para intencionar los mejores deseos para lo que vendrá.
El Feng Shui considera que las plantas son mucho más que simples adornos; sino que son elementos vivos que interactúan con la energía del entorno, el chi.
Se cree que cada una tiene una vibración única y puede influir en el ambiente de diferentes maneras, es por eso que la elección del árbol de Navidad para decorar el hogar no puede quedar librado al azar, sino que se debe elegir de manera consciente y en función a los objetivos a alcanzar.
El ritual del Feng Shui para elegir el árbol de Navidad
Las plantas para el Feng Shui son un sinónimo de vida y energía, es por eso que según esta creencia, el árbol de Navidad debe ser un ejemplar real y no tratarse de un mero adorno de plástico que decore el hogar.
Para su elección, el Feng Shui tiene en cuenta varias consideraciones según cuáles sean los deseos a atraer para el 2025. Al momento de elegir y decorar el tradicional árbol navideño, hay algunas pautas generales que sirven de guía a fin de promover la armonía y la buena energía en el hogar.
El tamaño del árbol debe ser proporcional al espacio donde se lo colocará. Un árbol demasiado grande o pequeño puede desequilibrar la energía del ambiente.
Los árboles naturales suelen ser preferidos por su conexión con la naturaleza y la energía vital. Sin embargo, los árboles artificiales también pueden ser una buena opción si se eligen de buena calidad y se decoran con elementos naturales.
El color del árbol y de los adornos influye en la energía
Verde: Simboliza la salud, el crecimiento y la renovación.
Rojo: Representa la pasión, la energía y la vitalidad.
Dorado: Atrae la riqueza y la prosperidad.
Blanco: Simboliza la pureza, la paz y los nuevos comienzos.
Lo cierto es que el Feng Shui invita a crear un árbol de Navidad que sea una expresión de la personalidad de cada uno y que atraiga alegría y bienestar. Al seguir estas pautas generales, se podrá crear un ambiente navideño lleno de armonía y energía positiva.
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