El doctor Eugenio Semino, defensor de los jubilados, habló en el programa "Tenés que saberlo" conducido por Gabriel Conte. El gerontólogo con una vasta trayectoria en temas de la tercera edad brindó un panorama de la actualidad que viven hoy los adultos mayores en Argentina.
Al ser consultado sobre el bono que el gobierno nacional otorgará a los jubilados que cobren los haberes mínimos y la realidad del sector. “Pasa el tiempo y nunca hubo soluciones de fondo. Se va profundizando la situación extrema a la cuál se lleva a los jubilados hoy, donde hay 8 millones de argentinos jubilados y pensionados de los cuáles 5 millones cobran la mínima, que son $ 105.000 más el bono de este mes, es decir, $ 155mil. Dos millones más, son los jubilados que llegaron a sus beneficios con los 30 años de aportes y que están en haberes medios –no recibieron bonos-, por lo cuál esta franja estaría hoy, casi en el mismo rango que los de la mínima. Y por último, 1 millón más de pensionados que sus pensiones están atadas al 70% del haber jubilatorio mínimo –son personas con discapacidad que reciben $ 84 mil-" comenzó explicando el catedrático.
Y agregó: "Son 8 millones de argentinos que no están bajo la línea de pobreza, sino están bajo la línea de indigencia. Obviamente, esto habla de por sí, de algo gravísimo. Pero, hay que sumarle, que las prestaciones de salud no están adecuadas en tiempo y forma –hoy tenemos miles de cirugías suspendidas porque no hay insumos- . En estos términos, debemos hablar de una crisis humanitaria, que la percibimos quiénes llevamos la asistencia directa. Lo mismo pasa en un hospital, en una atención de tercer nivel en un geriátrico"
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"Lo que no está tenido en cuenta por las decisiones políticas es el estado de cosas. Aparecen discusiones que son totalmente periféricas –se suspende la ley de movilidad- y no implica nada nuevo. Estamos convocando a que se visualice esta situación. La semana pasada estuve con las nuevas autoridades ANSES y PAMI y la idea es salir de esta crisis humanitaria que estamos viviendo" continuó.
"A los ojos de cualquier mortal, es evidente que no se puede sostener. Una persona con discapacidad con $ 84 mil o un jubilado que cobre la mínima no puede vivir. Teniendo en cuenta que la última canasta de jubilados publicada en octubre que contiene gastos de vivienda, estaba en aquél momento en $ 313 mil. Es imposible" sentenció.
"Si no se reacciona, la gente se muere" aseveró.
En lo que respecta a la reparación histórica, el abogado dijo: “El año pasado se pagaron un puñado de sentencias. Jubilados litigaron 7 u 8 años para hacer valer su ley, y cuando llega el momento de la sentencia firme, y no se les pagó. El mundo sigue para los funcionarios, pero la gente queda en el camino".
"Yo le agradezco a ustedes los comunicadores porque son el único vínculo para visualizar el tema de los jubilados. Se habla tanto del DNU, de la toma de los jueces o la privatización de los clubes de fútbol, la reventa de entradas pero nadie habla de 8 millones de personas que se están muriendo, que son nuestros padres y abuelos" comentó.
El problema de los jubilados se presenta en el mundo o Argentina tiene un problema de sensibilidad con sus adultos mayores. “En el mundo no pasa para nada lo que sucede en Argentina. Yo hace 30 años que trabajo en tres universidades, y fui testigo la evolución y las crisis de los sistemas. En ningún momento, observé el compromiso de vivir o no, está el compromiso de mayor o menor bienestar".
"A los 65 años la biología nos ofrece 20 o 25 años más de vida con calidad. Por lo cual, qué hacemos con estas personas se preguntó. Es una discusión siempre abierta. Esa persona que va a vivir 25 años más luego de que se jubile va ser una carga social o puede ser otra cosa –reproductor de riqueza a través del consumo-" dijo.
Y ejemplificó: "Finlandia y Noruega, como representantes de aquélla geografía, no tenían sistema de seguridad social hace 30 años. Entonces, apuntaron a tres pilares fundamentales: seguridad social, educación y salud. Hoy, esos dos países encabezan los sistemas sustentables de seguridad social porque hicieron que el sistema responda a la lógica de mercado. Esto pasó en Europa en los ’90 muy claramente".
"Hoy, nuestro haber jubilatorio, salvo Venezuela es el más bajo de Lationamérica" concluyó.