El sistema de salud en Argentina ha experimentado un cambio estructural tras la decisión del Presidente de la Nación, Javier Milei, de desregular el sector, brindando mayor libertad a los trabajadores en la elección de su cobertura médica. A través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, Milei modificó las Leyes N° 23.660 y N° 23.661, permitiendo que las entidades de medicina prepaga reciban directamente los aportes de los trabajadores sin la intermediación de las obras sociales, una práctica que, según el Gobierno, no añadía valor al sistema.
Este DNU incorpora a las empresas de medicina prepaga como Agentes del Seguro de Salud dentro del Sistema Nacional del Seguro de Salud, facilitando a los trabajadores la opción de destinar sus contribuciones sin tener que pasar por las obras sociales. "Es un cambio crucial para desburocratizar el sistema y garantizar que los aportes lleguen directamente a las prestadoras que los usuarios elijan", afirmó un vocero de la Superintendencia de Servicios de Salud.
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En línea con este nuevo marco, el 4 de marzo pasado se creó el Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS), donde las empresas de medicina prepaga que deseen recibir estos aportes deben inscribirse. Además, es necesario que acrediten su inscripción en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP). Swiss Medical fue una de las primeras empresas en sumarse a este registro, lo que le permitirá recibir de manera directa los aportes de sus beneficiarios, eliminando la intermediación.
La decisión de Swiss Medical de incorporarse rápidamente a este esquema refleja la urgencia de las prepagas por adaptarse al nuevo panorama del sistema de salud. La eliminación de los intermediarios busca optimizar los recursos y garantizar que el dinero destinado a la salud se use eficientemente, reduciendo los costos innecesarios que, en muchos casos, no llegaban a impactar en las prestaciones.
El DNU de Milei forma parte de un plan más amplio del Gobierno para reordenar el sistema de salud, iniciativa que está siendo ejecutada por la Superintendencia de Servicios de Salud y el Ministerio de Salud de la Nación. "Este es un paso fundamental para dar más libertad a los trabajadores, mejorar la calidad de los servicios y poner fin a una estructura obsoleta que elevaba los costos sin beneficio tangible", aseguró un representante del Ministerio.
La medida ha sido recibida con opiniones divididas. Mientras que algunos sectores celebran la posibilidad de elegir de manera más transparente su cobertura de salud, otros advierten que la desregulación podría afectar negativamente a las obras sociales que dependen de esos aportes para su funcionamiento. No obstante, el Gobierno se mantiene firme en su postura, destacando que esta reforma es crucial para sanear un sistema que históricamente ha estado plagado de ineficiencias.
Los próximos meses serán clave para evaluar el impacto de la desregulación en el sistema de salud argentino, tanto para las prepagas como para las obras sociales, en un escenario donde la competencia por los aportes y contribuciones de los trabajadores marcará una nueva etapa en la prestación de servicios de salud.