El Gobierno nacional avanza en una serie de reformas orientadas a descomprimir los tribunales y agilizar procesos civiles que, hasta ahora, se han caracterizado por ser largos, complejos y costosos. Uno de los focos es el trámite de sucesiones no contenciosas, es decir, aquellos en los que no existen disputas entre los herederos. Según Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, su cartera trabaja en un proyecto de ley que permitiría resolver estas herencias fuera del ámbito judicial.
Este anuncio llega en el marco de la presentación de otro proyecto del gobierno para modernizar el trámite de divorcio, el cual permitiría a las parejas disolver su matrimonio de forma conjunta en el Registro Civil, eliminando la necesidad de acudir a la Justicia. La idea es replicar este espíritu desburocratizador en el ámbito sucesorio. "Si todos los herederos están de acuerdo, ¿por qué obligar a pasar por un largo proceso judicial?", argumentó Sturzenegger al dar a conocer los primeros detalles del proyecto en desarrollo.
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Eliminando la judicialización de las sucesiones simples
En la actualidad, cualquier sucesión en Argentina debe ser tramitada obligatoriamente ante un tribunal. Durante este proceso, se identifican a los herederos, se determina la composición de la herencia, se cobran créditos, se pagan deudas y, finalmente, se transfieren los bienes a los herederos. Incluso en los casos sin conflicto, el trámite puede tomar meses y requiere la participación de abogados, lo que incrementa los costos.
El proyecto del Ministerio de Desregulación busca ofrecer una alternativa para los casos no contenciosos, aquellos donde los herederos directos están de acuerdo y los bienes son fácilmente identificables. En estos casos, la sucesión podría resolverse de manera extrajudicial, reduciendo así tiempos y costos. Actualmente, cuando no hay conflictos, el proceso puede tardar alrededor de tres meses, pero con esta nueva ley, podría acortarse significativamente.
¿Escribanos o una nueva autoridad? El debate en curso
Uno de los puntos en discusión es qué autoridad debería encargarse de estas sucesiones extrajudiciales. Mientras que en el caso de los divorcios se propone que sean resueltos en el Registro Civil, con las sucesiones el panorama no es tan claro. Según Sturzenegger, algunos técnicos del Ministerio sugieren que los escribanos podrían ser la autoridad más adecuada para supervisar estos procesos, dado que ya intervienen en la certificación de actos de transferencia de bienes. Sin embargo, aún no hay consenso al respecto.
La propuesta deberá resolver varios detalles antes de ser presentada al Congreso, pero Sturzenegger adelantó que el objetivo es reducir al mínimo la intervención judicial en estos casos, y de este modo, liberar a los tribunales para concentrarse en litigios que realmente requieran su intervención.
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Un cambio que podría modernizar el derecho sucesorio argentino
Si bien los tribunales continuarán siendo la vía obligatoria para los casos conflictivos o complejos, donde los herederos no logren ponerse de acuerdo o existan deudas significativas que resolver, esta nueva opción representaría un cambio significativo para aquellos que atraviesan procesos de sucesión simples y acordados.
Esta propuesta se enmarca en un plan más amplio de desregulación y simplificación de trámites que impulsa el gobierno, y que busca modernizar el sistema legal argentino para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. Aunque aún resta por ver cómo reaccionarán las asociaciones de abogados y escribanos a esta nueva reforma, lo cierto es que podría marcar un antes y un después en la forma en que los argentinos gestionan el traspaso de bienes tras el fallecimiento de un ser querido.
Para Sturzenegger y su equipo, el objetivo es claro: hacer que los procesos legales cotidianos sean más simples, rápidos y menos costosos para los ciudadanos.