El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, desmintió su salida del Gobierno pese a las versiones que indican que la mala relación con el presidente Alberto Fernández lo haría dejar el cargo.
Luego de cuatro meses, su figura perdió el brillo con el que llegó a Buenos Aires y las posibilidades de un regreso a Tucumán se incrementaron en las últimas semanas. Para el mandatario y su equipo, Manzur intentó “copar la parada” de la gestión gubernamental tras el mal resultado en las elecciones primarias.
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Sin embargo, el jefe de Gabinete declaró a Clarín: "La relación con el Presidente es excelente. Estoy enteramente dedicado a la gestión como Jefe de Gabinete del gobierno, coordinando y articulando el trabajo con los ministros".
Cuando llegó en la Casa Rosada, en reemplazo de Santiago Cafiero y en medio de una crisis interna, el oficialismo lo presentó como una figura que llegaba para dotar de "volumen político" al gabinete. Pero en el último mes y medio, los mismos funcionarios ahora aseguran que empezó a perder influencia puertas adentro.
Manzur empezó a convocar reuniones de gabinete a las 7 u 8 de la mañana, un horario prohibitivo en el albertismo. La vorágine del tucumano incluyó subirse de prepo, vía avión no comercial, a una visita que Martín Guzmán, ministro de Economía, desarrollaba a Nueva York y Washington a mediados de octubre, en el contexto de las negociaciones con el FMI por la deuda.
Al Presidente y a su círculo íntimo no les causó mucha gracia ese estilo acelerado y abarcador. Tampoco gustó que informalmente Manzur dejara trascender sus expectativas de correr la carrera de una candidatura presidencial.
La mala relación habría ido in crescendo a tal punto que el mandatario empezó a dejar afuera al jefe de Gabinete de ciertos encuentros. No fue incluido en la comitiva que viajó a Roma y Glasgow. Días atrás, no fue invitado al lanzamiento del Clúster Renovable Nacional realizado en San Juan, en el que participaron mandatarios de diversas provincias.
A su vez, su regreso a Tucumán tendría serios conflictos. Osvaldo Jaldo, vice a cargo del Ejecutivo, es su enemigo íntimo y la tregua que establecieron para su arribo a Buenos Aires podría llegar a su fin.