Fabiola Yañez, ha solicitado a la Justicia que se restrinja la investigación sobre un teléfono personal que utilizaba al inicio del gobierno de Alberto Fernández. La petición forma parte de una estrategia legal más amplia en la que Yañez también presentó conversaciones con la ex ministra de Género, Ayelén Mazzina, y realizó cambios en la lista de testigos.
En un escrito presentado por su defensa, Yañez pide que el número telefónico en cuestión, al igual que otros dispositivos previamente mencionados, esté sujeto a limitaciones en cuanto a las llamadas entrantes y salientes que puedan ser investigadas. Según el documento, al que tuvo acceso Infobae, este teléfono fue de uso personal durante los primeros meses de la administración Fernández, y la ex primera dama busca proteger su privacidad en relación con las comunicaciones realizadas durante ese período.
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Además de esta solicitud, la defensa de Yañez desistió del testimonio de una abogada española que había sido convocada para declarar a su favor. Según se argumentó, la abogada se negó a testificar debido a que hacerlo podría acarrear consecuencias negativas en su carrera profesional. Este cambio en la estrategia legal coincide con una solicitud para que Verónica Miriam Yañez Verdugo, madre de la ex primera dama y también citada como testigo, pueda declarar por Zoom desde su hogar en lugar de presentarse en el consulado argentino en Madrid, evitando así la exposición mediática.
En paralelo a estas acciones legales, Yañez ha aportado un certificado médico que detalla una crisis de salud sufrida el 7 de junio de 2024, poco después de una visita de su ex pareja. El informe, emitido por el Hospital Universitario, señala que Yañez presentó una crisis de ansiedad reactiva, acompañada de cefalea occipital, malestar general, decaimiento, y una crisis asmática. El diagnóstico fue firmado por el médico de emergencias Chávez Alfaro, y se recomendó un seguimiento médico para manejar los síntomas.
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La presentación de este informe busca subrayar el impacto que la situación legal y mediática ha tenido en la salud de Yañez, lo cual podría influir en la dirección que tome la causa en los próximos meses. La defensa de la ex primera dama continúa ajustando su estrategia, con el objetivo de proteger su privacidad y reducir el impacto de la exposición pública en un proceso judicial que ha atraído la atención de los medios y de la sociedad en general.
Este giro en la defensa de Yañez refleja la complejidad de su situación legal y las presiones a las que se enfrenta, tanto en lo personal como en lo mediático. A medida que el caso avanza, se espera que las estrategias de ambas partes continúen evolucionando en un entorno marcado por la alta exposición y las implicaciones políticas.