La investigación por el trágico accidente del colectivo de la línea 200 en el Parque General San Martín avanza, mientras los testimonios de los sobrevivientes revelan detalles conmovedores sobre los momentos previos al siniestro que cobró la vida del conductor, Carlos Ramón Bergamo, de 66 años. Con el final de la causa en puerta, todo indica que la falla en el sistema de frenos fue la causa determinante del accidente, en el que además 17 pasajeros resultaron heridos.
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En las últimas declaraciones, los pasajeros recordaron cómo Bergamo les advertía del fallo en los frenos mientras descendían por la avenida Libertador, con su pendiente pronunciada. Según relataron, el conductor intentó frenar en dos paradas antes del impacto, pero cada vez se detenía varios metros después de accionar el pedal, lo que aumentaba su preocupación. Los relatos también confirmaron que unos cinco kilómetros antes del accidente, frente al barrio Escorihuela, Bergamo ya había comentado a un colega que el vehículo tenía problemas en el sistema de frenado.
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Los pasajeros coinciden en que, en un último acto de valentía, el chofer intentó maniobrar para minimizar el impacto. Gritaba que haría lo posible para salvarles la vida, según detallaron los testimonios, y cumplió con su promesa al evitar una colisión más severa en plena curva de la rotonda de los Caballitos de Marly. El colectivo terminó impactando de frente contra un árbol, lo que resultó fatal para Bergamo pero amortiguó el golpe para los ocupantes.
La Fiscalía de Tránsito continúa con la pericia mecánica para confirmar el estado del sistema de frenos. Los informes y los relatos de los pasajeros serán determinantes para arrojar claridad sobre la mecánica del siniestro y rendir un último homenaje a un conductor que dio su vida en un intento heroico por proteger a sus pasajeros.