Luego del accidente fatal del colectivo de la línea 200 que cubría el recorrido Barrio La Favorita-Centro, y que se quedó sin frenos, chocó contra un árbol y terminó con la vida del chofer, causó varios heridos que fueron derivados a distintos nosocomios. Con el correr de las horas, algunos fueron dados de alta y otros continúan internados.
En el caso de Laura Henriquez, si bien fue dada de alta, debió regresar al hospital por los fuertes dolores de cabeza que presentaba.
Y agregó: "A partir de ahí, el chofer intentó controlar el colectivo haciendo zig zag e incluso, en algunos tramos, se cruzó de carril invadiendo el sentido contrario. Fueron unos segundos, y ya estábamos a metros de la rotonda de los Caballitos de Marly. De ahí en más, no me acuerdo de más"
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Laura iba a trabajar -realizar la limpieza de departamentos que alquilan para turistas-cuando ocurrió el accidente. "Yo iba en los asientos de dos y cuando chocamos, si bien yo tenía golpes y me dolía mucho el cuerpo, me encontré con el cuerpo del conductor a mi lado y yo estaba manchada con su sangre.
En los momentos previos al impacto, la pasajera comentó que otra de los ocupantes del colectivo, que iba junto a su pequeña hija -internada en el Hospital Notti- llamó a su madre avisándole que iba en un micro que se había quedado sin frenos. "Mamá te llamo para que estés al tanto. Vamos en un micro que nos acaba de decir el chofer que no tiene frenos. Estoy muy asustada por lo que nos pueda suceder" fueron las palabras de la madre de la pequeña.
Antes de finalizar el testimonio de Laura Henriquez -madre soltera de dos hijos- la mujer confesó que tiene miedo de volver a subir a un colectivo y que no sabe a ciencia cierta de cuándo podrá volver a trabajar. "Volví a nacer, pero tengo mucho dolor en todo el cuerpo y la cabeza. Fue algo horrible lo que pasó" concluyó.