La muerte de un niño de 4 años en febrero, durante una jornada de la escuela de verano del club Marista, derivó en una investigación que tiene a cuatro personas imputadas por homicidio culposo y ha revelado testimonios clave.
"El problema era la pileta", aseguró uno de los testigos cuando fue interrogado por la Fiscalía de Homicidios, que acusa a cuatro personas por la muerte del menor durante una actividad recreativa en el club Marista.
La fiscal Andrea Lazo, a cargo de la causa, reunió declaraciones que permitieron comprender en detalle cómo operaba la escuela de verano gestionada por la empresa MOVE dentro del club Marista, en Luján. Gracias a los testimonios, se reconstruyó la dinámica con la que los docentes y asistentes organizaban las actividades acuáticas y recreativas para los niños, desde los más pequeños hasta los mayores.
Una pileta con riesgos invisibles
"El problema era la pileta", insistió el testigo cuando se le preguntó sobre la seguridad en ese sector. Esta declaración, que forma parte del expediente judicial, abrió una serie de interrogantes sobre las condiciones y protocolos aplicados en la piscina del club.
Según el testimonio, varios niños, en especial los más chicos o de menor estatura, no lograban mantenerse firmes dentro del agua. La profundidad y el nivel del líquido complicaban el desplazamiento, especialmente para aquellos que aún no sabían nadar.
Para hacer frente a esta situación, los menores eran equipados con flotadores conocidos como "flota-flota", los cuales les permitían permanecer en la piscina sin necesidad de tocar el fondo. Esta práctica, registrada en la investigación de la fiscal Lazo, evidenció una serie de fallos en la supervisión y el control de seguridad.
Cuatro imputados por la tragedia
Por la muerte del niño, el Ministerio Público Fiscal ha acusado a cuatro personas de homicidio culposo: el responsable de la pileta, quien tenía a su cargo la supervisión del natatorio, una profesora y dos asistentes de la escuela de verano.Tras la tragedia, la escuela de verano suspendió sus actividades de manera inmediata.
En un comunicado difundido el 25 de febrero, la fiscal Lazo señaló que los imputados "incumplieron con su deber de vigilancia y protección", pese a haber asumido la responsabilidad de garantizar la seguridad de los niños que participaban en las actividades recreativas.
Como consecuencia de estas omisiones, el pequeño perdió la vida por ahogamiento en un sector de la pileta con una profundidad de 1,90 metros. De acuerdo con la autopsia, no se hallaron signos de golpes o traumatismos previos, confirmando que la causa del fallecimiento fue asfixia por inmersión.
La investigación sigue en curso y se espera que en los próximos días se convoque a nuevos testigos para declarar ante la Justicia.
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