La desaparición de Loan Danilo Peña suma un nuevo y sorprendente capítulo con la inclusión de una mendocina en la investigación. María Luisa Lezcano, quien se presentó como perito experta y participó en los primeros días del caso en Corrientes, se encuentra ahora en el centro de una investigación judicial. Con antecedentes de presunto comportamiento mitómano, Lezcano es sospechosa de haber alterado o exagerado su papel en la búsqueda de Loan y de haber realizado declaraciones y peritajes dudosos.
Desde los inicios de la búsqueda del niño, Lezcano fue una figura constante en la escena, participando en rastrillajes junto a bomberos y entregando a la Policía un supuesto análisis grafológico de firmas de tres sospechosos, Mónica Millapi, Daniel “Fierrito” Ramírez y Bernardino Benítez. Sin embargo, la autenticidad de su intervención quedó en duda tras el allanamiento de su casa en Colonia Las Rosas, Tunuyán, ordenado por la Justicia Federal de Goya, que instruyó a la Policía Federal a incautar su celular en busca de evidencia.
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Los giros sospechosos de Lezcano
Lezcano no solo intervino en la investigación de Loan, sino que también protagonizó una serie de entrevistas televisivas en las que se presentó como "especialista en búsqueda de personas desaparecidas". Llegó incluso a dictar un curso sobre el caso en una universidad de Mendoza, consolidando así su perfil como una supuesta experta en el tema. Pero el origen de su reputación como perito en casos de desaparecidos ha comenzado a cuestionarse.
Uno de los puntos más controversiales en torno a Lezcano es su rol en la entrega de un análisis grafológico que, según las investigaciones, habría sido realizado por una grafóloga cordobesa a la que Lezcano había contactado previamente. Lezcano habría intentado atribuirse el análisis, usándolo como una prueba en el expediente del caso, lo cual ha generado interrogantes sobre su ética y profesionalismo.
Testimonios y llamados a aclarar su rol
El martes pasado, Lezcano declaró como testigo en la causa por videoconferencia y fue citada nuevamente para el miércoles. Ante sus declaraciones, se decidió llamar al comisario general Héctor Rodríguez Rodríguez, jefe de Delitos Complejos de la Policía de Corrientes, para corroborar los detalles de la convocatoria de Lezcano y evaluar si efectivamente fue solicitada su intervención en el caso de manera formal.
Además, la Justicia ha citado a declarar a la grafóloga cordobesa el próximo 15 de noviembre. Esta testigo es crucial, ya que ella misma habría sido contactada por Lezcano para realizar el análisis de las firmas que posteriormente Lezcano presentó como propios en el expediente.
Una historia de engaños previos
Los antecedentes de Lezcano revelan que no es la primera vez que se encuentra bajo sospecha. Años atrás, fue denunciada por haberse hecho pasar por personal militar, una conducta que los investigadores consideran como parte de un perfil mitómano. Esta historia de engaños previos ha generado preocupación sobre la seriedad de su participación en la búsqueda de Loan Peña y sobre el posible impacto de sus acciones en el desarrollo de la causa.
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La mujer se defiende
La situación ha provocado un cruce de versiones, pues mientras fuentes judiciales señalan que el allanamiento en su domicilio en Colonia Las Rosas incluyó la incautación de su teléfono, Lezcano lo niega. "No hubo allanamiento alguno ni me quitaron el celular; entregué mi teléfono voluntariamente”, aclara. Además, afirma que detrás de las denuncias en su contra hay “personas que buscan beneficios económicos” y que su especialidad en el tema fue reconocida por la jueza del caso.
Además de negar el supuesto allanamiento, Lezcano refuta la idea de que se hubiera hecho pasar por soldado en el pasado. Asegura que esa denuncia, presentada en 2018, ya fue resuelta con un sobreseimiento, el cual, según ella, no fue por falta de notificación, ya que su domicilio siempre ha sido público. “Voté en cada elección, estaba en el padrón. No es que me hayan sobreseído por no ubicarme”, detalla.
Temores por su integridad y la de su familia
Lezcano sostiene que su vida y la de sus hijas se han visto afectadas por estas acusaciones, ya que ahora teme por su seguridad. “Tengo miedo por mis hijas y por mí misma; no es fácil vivir bajo constantes acusaciones y presiones”, confiesa. Según su versión, su participación en el caso Loan no buscaba protagonismo, sino ayudar en una causa que, para ella, revelaba aspectos inquietantes y no resueltos.
Un desafío para la Justicia
La situación de Lezcano plantea un desafío para la Justicia de Corrientes, que debe investigar su papel en el caso de la desaparición de Loan sin dejar de lado sus declaraciones y denuncias. Mientras tanto, el caso sigue su curso, y la participación de Lezcano continúa envuelta en un halo de sospechas y versiones contradictorias que mantienen a la opinión pública expectante.