Agentes de la División Unidad Operativa Federal (DUOF) Esquel lograron desarticular una organización criminal dedicada a realizar estafas a través de redes sociales. El caso, supervisado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, reveló que el líder de la banda operaba desde la Unidad Penitenciaria Complejo Bouwer, en Córdoba.
El inicio del engaño
La investigación comenzó en noviembre de 2023, tras la denuncia de una mujer que había contactado en Facebook a un supuesto vendedor de casillas rodantes identificado como "Juan C. López". La publicación ofrecía una casilla por 1.850 dólares.
Luego de trasladar la comunicación a WhatsApp, el “vendedor” envió fotos y documentación falsa del producto, ganándose la confianza de la víctima. Ambos acordaron realizar la transacción mediante transferencias bancarias al Banco de la Provincia de Buenos Aires.
La víctima realizó varios pagos parciales, convencida de que el dinero se destinaría a gastos administrativos y al transporte de la casilla rodante hasta la localidad de El Hoyo, Chubut, donde debían encontrarse el 29 de noviembre de 2023. Sin embargo, el vendedor nunca apareció y dejó de responder llamadas y mensajes, dejando a la mujer sin su dinero ni la casilla prometida.
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Investigación y allanamientos
La denuncia llegó a manos de la Oficina Única del Ministerio Público Fiscal de Lago Puelo, a cargo del Dr. Carlos Díaz Mayer, quien delegó la investigación a la DUOF Esquel.
Las pesquisas llevaron a identificar seis ubicaciones clave vinculadas a los integrantes de la banda: cinco domicilios particulares y un módulo dentro del Complejo Carcelario Nº 1 Reverendo Francisco Luchesse, en Córdoba.
Durante los allanamientos, los agentes secuestraron:
- 50 gramos de clorhidrato de cocaína y varias dosis de marihuana.
- 10 teléfonos celulares.
- 967.000 pesos en efectivo.
- Documentación relevante para la causa.
Un golpe al crimen organizado
La banda enfrenta cargos por estafa y por infracción a la Ley de drogas, según lo determinado por la judicatura actuante. Los elementos decomisados serán fundamentales para avanzar en el proceso judicial.
Este caso evidencia el alcance de las estafas digitales y la capacidad de las fuerzas de seguridad para desarticular organizaciones criminales, incluso cuando operan desde establecimientos penitenciarios.