Víctor Aníbal Rodríguez, de 50 años, fue capturado este martes luego de ser reconocido por su propia hermana, quien no dudó en dar aviso a la Policía. La mujer, entrevistada por El Siete, relató cómo lo identificó y dejó en claro que su familia no lo encubrió. “Gracias a Dios que lo encontraron. Ahora que pague por lo que hizo”, expresó contundente.
Según su testimonio, el hecho ocurrió cerca de las 9.30 de la mañana, cuando unos trabajadores de una obra cercana alertaron sobre una persona que habían visto con un colchón. “Me dijeron que pensaban que era mi hermano, y por eso me acerqué, aunque sin acercarme mucho para no espantarlo”, comentó. Entonces, decidió contactar a una policía conocida y pedir asistencia.
La mujer confirmó que fue ella quien facilitó la detención. Además, aclaró que Rodríguez no estaba escondido en la casa de su madre y que, desde noviembre del año pasado cuando se conoció su implicación en los abusos contra sus sobrinas, no habían vuelto a tener contacto. “Después pasó esto con la chica… y nos enteramos de que seguía haciendo lo mismo”, lamentó.
Su hermana contó que Rodríguez estaba casado y tenía dos hijos, con quienes vivía en Godoy Cruz hasta que se separó a principios de 2024. Luego de la ruptura, su madre le ofreció una habitación en su casa ubicada en El Algarrobal.
“Siempre se dedicó a hacer changas y en los últimos años trabajaba en una playa de estacionamiento en el centro”, explicó. Además, aseguró que nunca habían notado actitudes sospechosas que los hicieran imaginar semejantes hechos. “Salía a trabajar a las cinco de la mañana, y desde noviembre desapareció, hasta ahora que nos enteramos de lo que pasó con esta joven”, dijo.
Según lo que supo, Rodríguez habría alquilado una casa en El Borbollón a su exesposa, aunque lo conoció por versiones informales.
“Desde noviembre venimos sufriendo por lo de mis sobrinas y encima dicen que nosotros lo protegíamos. ¿Cómo vamos a proteger a alguien así?”, enfatizó la mujer, visiblemente afectada.
“No podemos entender cómo fue capaz de hacer algo tan terrible. Que haya abusado de sus propias sobrinas y ahora de otra chica… no lo podemos creer”, añadió, consternada.
También expresó su empatía con la nueva víctima: “Imagino lo que está viviendo esa chica y su madre, la bronca, la rabia. Ninguna mujer merece pasar por eso. Pero yo también soy una mujer y no tengo la culpa. Ni mi mamá tampoco”.
Ahora, la Justicia espera imputarlo formalmente por los delitos de secuestro y abuso sexual, y en las próximas horas será trasladado al penal correspondiente, mientras se unifican las causas en su contra.
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