Los trabajadores vitivinícolas de Mendoza protestaron, antes del mediodía de hoy lunes, en el Nudo Costanera, en el ingreso a la Ciudad de Mendoza por el Acceso Este (Ruta 7), con el fin de solicitar un sueldo básico mensual de unos 500 mil pesos.
La manifestación se produjo a pocos días de haberse celebrado en la provincia el Día del Trabajador Vitivinícola -el primero de febrero- y de la puja que iniciaron los productores de Mendoza y San Juan por el precio de la uva frente al sector bodeguero que ofreció 160 pesos el kilo de uva criolla.
También en medio de los relevamientos que está realizando el Instituto Nacional de Vitivinicultura, INV, con el fin de brindar un pronóstico de cosecha que ya desde el sector privado estiman que será cerca de un 20 por ciento superior a la de 2023.
Esa alza considerada sería, con suerte, de entre un 20 y un 25 por ciento más, representando entre 18 y 18,5 millones de quintales por encima a lo observado en 2023, con criterio pesimista y de unos 20 o 21 millones según los más halagüeños, sería el margen que hoy -miércoles 24 de enero de 2024- marcan las opiniones de industriales y productores.
El argumento se basa en el hecho de que en la presente temporada en Mendoza, principalmente, hay más agua, no ha habido heladas y el daño por granizo está considerado dentro de los parámetros considerados como normales para la presente época del año cuando los viñateros observan el presente período de envero o madurez de las uvas prontas a ser cosechadas.
Según los viñateros reunidos en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, de Junín, durante la mañana del martes 30 de enero -de 2024-, el valor que defendieron, ante el sector de los bodegueros que forman la demanda de la industria vitivinícola, las uvas criollas y mezclas deberías ser comercializadas a 0,37 dólares, las blancas A con un precio de 0,75 dólares, las blancas B a 0,50 dólares, las tintas A, con un valor de 0,70 dólares y las tintas B a 0,50 dólares.