Nadia Verdugo, una oficial de policía de 35 años en Malargüe, quien disparó durante un procedimiento policial hace dos años, resultando en la muerte de Kevin González, de 18 años, ha sido absuelta gracias al veredicto unánime de un jurado popular, que consideró su acción como legítima defensa.
Tras una extensa deliberación, los doce miembros del jurado llegaron a la conclusión de declarar a la oficial "no culpable".
El juez técnico del debate, que se prolongó durante toda la semana, ratificó esta decisión, permitiendo así que Verdugo recupere su libertad, la cual estaba restringida bajo arresto domiciliario.
Durante la fase de alegatos, el fiscal Víctor Giambistiani argumentó que Verdugo había cometido un homicidio agravado por el uso de arma de fuego con dolo eventual, lo que podría haber resultado en una condena de 10 a 33 años de cárcel. Esto implicaba que, aunque la situación no justificaba el uso de su arma letal reglamentaria, Verdugo efectuó los disparos a sabiendas de que podrían provocar la muerte de alguien. Esta petición fue respaldada por el abogado querellante, Daniel Sama.
Por otro lado, la defensora oficial, María Hidalgo, solicitó la absolución, argumentando que se trató de un caso de legítima defensa, ya que Verdugo percibió una amenaza real para su vida durante el enfrentamiento armado entre bandas.
La muerte de Kevin González
En la madrugada del 12 de febrero de 2022, estalló un violento conflicto entre dos grupos de jóvenes en la plaza de Malargüe. Los vecinos alertaron a la policía, que acudió al lugar junto con unidades de Cuerpos Especiales. La situación se tornó caótica, con los jóvenes lanzando piedras al personal policial, quienes respondieron con armas antidisturbios.
Sin embargo, también se escucharon disparos de armas de fuego. En medio de este caos, Kevin González recibió un disparo en el pecho con una pistola calibre 9 milímetros y falleció minutos después en el hospital local.
Los intentos de la Policía Científica por investigar en el lugar se vieron obstaculizados por la continua agresión de los jóvenes, lo que obligó a retirarse y regresar cinco horas después, cerca de las 7 de la mañana. Para entonces, la escena del crimen ya había sido contaminada, aunque se encontraron varias vainas servidas, la mayoría de las cuales fueron entregadas por vecinos del área.
La pericia balística determinó que todos los proyectiles provenían del arma reglamentaria de Nadia Verdugo. Además, se presentó como evidencia un video de los vehículos policiales que mostraba a Verdugo realizando varios disparos de forma horizontal. Dos días después del incidente, fue imputada.
En los días siguientes, se llevaron a cabo diversas manifestaciones en Malargüe. Algunas exigían justicia por el presunto caso de "gatillo fácil", mientras que otras, protagonizadas por el círculo cercano de Nadia Verdugo, pedían su liberación.
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