La justicia de Mendoza determinó que el falso perito Marcos Herrero se siente en el banquillo de los acusados y sea juzgado por plantar pruebas y tratar de engañar a las autoridades durante la búsqueda de Viviana Luna, la mujer que vivía en Potrerillos y fue vista por última vez a mediados del 2016.
Es que, como ya había sucedido en abril, el juez Aníbal Crivelli ratificó que no hay más pruebas para producir en la investigación y por ende el adiestrador de perros Herrero deberá ser juzgado para ver si es, o no, encontrado culpable por los delitos de falso testimonio, falsa denuncia, usurpación de títulos, encubrimiento y estafa.
Herrero está siendo representado legalmente por la abogada Julieta Lavarello, quien había presentado una serie de planteos para evitar que la causa sea elevada a juicio, planteos que este viernes fueron rechazados.
Marcos Herrero llegó a Mendoza el 29 de septiembre de año pasado contratado, de manera privada, por los hijos de Viviana Luna (no contaba con el aval del Ministerio de Seguridad de la Nación).
En este contexto el hombre, residente en la provincia de Río Negro, fue hasta un hotel abandonado que ya había sido rastrillado anteriormente y en menos de media hora encontró partes de un cráneo, un maxilar, y una nota que hacía referencia a Luna y a una supuesta red de trata de personas.
Sin embargo al poco tiempo se determinó que el cráneo y el maxilar no pertenecían a la mujer, sino a un hombre. Ante esto el fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, se comunicó con un juzgado de Río Gallegos, donde la justicia buscaba a Marcela López (61) y donde Herrero, coincidentemente, también había participado como perito.
En esa causa el hombre encontró restos óseos con características muy similares a lo ocurrido en Mendoza: también estaban quemados, también eran partes de un cráneo y de un maxilar y no pertenecían a la mujer buscada. Finalmente una pericia determinó que pertenecían al mismo cadáver.
Fue así como Marcos Herrero fue detenido el 3 de diciembre en su casa de Viedma, Río Negro. Un vecino declaró que durante el allanamiento arrojó un bolso por la medianera que también tenía varios restos óseos.