El presidente Javier Milei ordenó reforzar la seguridad en los aeropuertos, las sedes de algunas embajadas e instituciones religiosas y culturales pertenecientes a la colectividad judía, por posibles ataques terroristas en respuesta por el fallo de la AMIA.
Desde el Ministerio de Seguridad respecto a la intensificación de las medidas de protección que fue acordada en una reunión que protagonizó la titular de la cartera, Patricia Bullrich, y el secretario, Vicente Ventura Barreiro, afirmaron que es: “Simple protocolo. No hubo amenazas”.
La decisión fue madurada luego de que la Cámara Federal de Casación Penal responsabilizara a la organización fundamentalista islámica Hezbollah, patrocinada por el gobierno de Irán, de los atentados perpetrados contra la Embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994.
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La intención de la administración es maximizar los cuidados en las áreas que consideran sensibles, susceptibles a ataques del estilo. Algunos de los edificios son aeropuertos, las embajadas de Estados Unidos y la de Israel, e instituciones culturales y religiosas de la colectividad judía.
Qué dice el fallo
El fallo de Casación Penal consideró que la voladura del edificio de la AMIA ubicado sobre la calle Pasteur de la que se cumplirán 30 años, se trató de un crimen de “lesa humanidad” y por eso existe la posibilidad de que nuestro país pueda iniciar una demanda formal ante los iraníes.
Los jueces Carlos Mahiques, Ángela Ledesma y Diego Barroetaveña determinaron que ambos atentados fueron planificados desde Irán y ejecutados por Hezbollah, organización a la que definieron como un virtual brazo armado para acciones terroristas.
Los jueces ratificaron el carácter de lesa humanidad, que en el caso de la AMIA ya había sido declarado por el juez Rodolfo Canicoba Corral hace casi dos décadas.
El tribunal rebajó, por otra parte, la condena contra el ex juez Juan José Galeano, quien pasó de seis a cuatro años de cárcel por el presunto pago ilegal al desarmador de autos Carlos Telleldín para que involucrara falsamente a policías bonaerenses en el atentado contra la mutual judía.
A los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia les mantuvo los dos años de prisión, y a Telleldín lo absolvió al no poder certificar que hubiera tenido participación directa o indirecta en el ataque.
También fue absuelta Ana María Boragni, ex mujer de Telleldín, quien durante una audiencia reciente dijo al tribunal que cuando se pactó un pago ilegal de 400 mil dólares a su ex pareja estaba presente el entonces ministro del Interior, Carlos Corach.
Entre los absueltos también aparece el ex titular de la DAIA Rubén Beraja. Además, desvinculó al ex juez Galeano del encubrimiento de la denominada “pista siria” y por extensión hizo llegar el alcance de esa decisión al difunto ex presidente Carlos Menem.
La resolución exhorta al Estado argentino a formular un reclamo formal en tribunales internacionales contra la República Islámica de Irán.
El juez Mahiques, esta mañana en una entrevista por radio Mitre, reiteró la importancia de la decisión judicial, y aprovechó para resaltar la figura del exfiscal Alberto Nisman, quien murió en enero de 2015 luego de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por encubrir a Irán en su supuesta responsabilidad en el atentado contra la AMIA por el Memorándun de entendimiento con ese país firmado en 2013, algo que finalmente no prosperó ya que no fue avalado por el Parlamento iraní.
El juez afirmó que “el ex fiscal Nisman continuó e intensificó” la línea de investigación que señalaba a Irán y a la organización terrorista Hezbollah como responsables de los ataques, y aseguró que si hubiera logrado finalizar con su camino, podría haber llegado antes a las mismas conclusiones de las que llegó la Cámara ayer.
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“(Nisman) Tenía muy en claro que todas estas circunstancias estaban en el origen del atentado a la AMIA, lo cual, llevado hasta sus últimas consecuencias, podría haber tenido antes de este fallo resultados palpables”, sostuvo.
“El acto tiene una matriz entre ideológica y religiosa, y responde también a un programa escatológico, apocalíptico, que pretende instalar una especie de califato universal. A partir de allí surge claro que hay una interdependencia. Hezbollah no es un organismo estatal, aunque gobierna en El Líbano. Tiene un brazo militar y una expresión política. Pero también fue el brazo armado y la organización que respondió a designios de la política de la Revolución Islámica. Hay un lazo muy demostrado entre la conducción entre el Gobierno de Irán de ese tiempo y Hezbollah. Y ahí uno llega a la conclusión de que Hezbollah no pudo haber hecho n atentado como el de la AMIA sin el el financiamiento, la planificación, el armamente, del Estado Islámico de Irán”, contó el magistrado.
“Son varios los factores. Quedó claro que Irán estaba detrás de esos atentados y Hezbollah detrás de la ejecución”, añadió.