Una serie de afiches apareció esta mañana en los alrededores del Congreso de la Nación, y con ellos, también llegaron las controversias. Las imágenes muestran a la vicepresidente Victoria Villarruel vestida con un poncho y sombrero, bajo el lema “Victoria Conducción” y rodeada de símbolos históricos y religiosos. Entre los elementos más destacados están las Islas Malvinas, la Virgen de Luján y figuras como San Martín, Rosas y Perón. Sin embargo, lo que más revuelo causó fue la inclusión de Mohamed Alí Seineldín, exlíder carapintada y figura vinculada a los alzamientos militares de las décadas de 1980 y 1990.
Los afiches están firmados por el Movimiento Nacional Justicialista y una agrupación llamada José Ignacio Rucci, pero desde el entorno de Villarruel negaron cualquier vínculo. “Esto es una maniobra de la vieja política para generar conflictos. Nosotros no hacemos este tipo de cosas”, aseguraron fuentes cercanas a la vicepresidente. Además, sugirieron que el objetivo podría ser enturbiar el clima político en un momento de relativa calma entre Villarruel y el presidente Javier Milei.
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La respuesta de su entorno
La aparición de los afiches llega en un contexto delicado. Tras semanas de aparentes tensiones entre la vicepresidente y el presidente, los últimos días habían mostrado señales de acercamiento. Villarruel evitó convocar sesiones en el Senado que podrían haber complicado al Ejecutivo, y desde la Casa Rosada destacaron su disposición para trabajar en conjunto. Incluso, la vicepresidente eliminó publicaciones polémicas en sus redes sociales, buscando rebajar el tono de las discusiones.
El impacto de los carteles no se limita al gobierno. La presencia de símbolos como las Islas Malvinas o figuras como Seineldín resucita tensiones históricas en el país, sumando complejidad a un momento político ya cargado. “Es preocupante cómo se manipulan estos elementos. Generan ruido y polarización en lugar de construir consensos”, opinó un analista político consultado.
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Otros nombres, otros afiches
En paralelo, otra campaña gráfica comenzó a circular en las calles de Buenos Aires. Esta vez, los afiches proponían a Karina Milei y Manuel Adorni como candidatos para la Ciudad de Buenos Aires, bajo el lema “Hacer la Ciudad grande otra vez”. Aunque esta movida también fue desmentida por los involucrados, refuerza la idea de que sectores externos o internos intentan influir en el tablero político mediante mensajes ambiguos y provocadores.
Entre lo simbólico y lo estratégico
Mientras los afiches reavivan la atención mediática, el gobierno parece decidido a mantener la calma. Tanto Villarruel como Milei saben que prolongar las tensiones internas podría debilitar su gestión en un momento clave. Sin embargo, estas acciones ponen de manifiesto que, en la política argentina, los símbolos y las estrategias comunicacionales siguen siendo un campo de disputa tan relevante como el poder mismo.