Según información proporcionada por Gendarmería Nacional, este sábado se registraron colas de hasta 4 kilómetros para ingresar a Chile desde Mendoza. Este fenómeno adquiere relevancia en medio del continuo proceso de devaluación del peso argentino. Durante la madrugada, fuentes en áreas de alta montaña reportaron un gran movimiento de vehículos en la estación de servicio Uspallata, donde los conductores repostaban combustible antes de continuar su viaje hacia Chile.
La fila más extensa se observó en el paso de Libertadores, mientras que en el Complejo Roque Carranza se experimentaron demoras significativas. A medida que avanzaba el día, se anticipaban largas esperas, aconsejando a los viajeros planificar con precaución antes de salir.
Se insta a extremar precauciones debido al intenso tráfico en la autovía. El pronóstico del tiempo indica cierta nubosidad en las zonas de alta montaña y la posibilidad de chubascos hacia la tarde-noche.
Estos días ponen a prueba la relación entre las autoridades de Argentina y Chile, especialmente ahora con un nuevo gobierno en este lado de la cordillera.
Recientemente, durante un encuentro destacado en Mendoza centrado en el paso internacional, el nuevo embajador argentino en Chile, Jorge Faurie, criticó la falta de resultados por parte de la Aduana chilena. El cónsul chileno David Quiroga Hinojosa fue el único representante del país vecino en dicho encuentro.
La resolución de los problemas en el paso hacia Chile figura en la agenda del Gobierno de Mendoza, que ha organizado reuniones amplias con la participación de diplomáticos, funcionarios locales, nacionales y empresarios. El objetivo es superar las trabas y dificultades que afectan el tránsito entre ambos países.