Carolina Gómez vive en San Rafael, tiene 31 años y fue diagnosticada con cáncer de mamas. En medio de la batalla contra la enfermedad, tuvo que llevar a la Justicia a su prepaga para que se haga cargo de un medicamento que necesita para su tratamiento.
La joven es hermana de Vanesa "Negra" Flores, locutora de 100.9 Estación del Sol. En 2018 le determinaron un tumor maligno que se extendió. "En agosto del año pasado le salió una lesión metastásica en la columna, quinta vertebra, mediante radioterapia logró frenarse, pero luego apareció otra lesión en un pulmón y en abril de este año salió metástasis en el cerebelo", contó la locutora a este diario.
Frente a este cuadro, el oncólogo de Carolina, Alfredo Occhipinti le recetó Kisqali (Ribociclib), un medicamento para tratar cáncer de seno avanzado y el cual lleva unos siete años prescribiéndoselo a sus pacientes. Además de hormonoterapia y ácido zoledrónico.
El problema es que la prepaga SCIS Medicina Privada solo cubre dos de estas drogas, pero no la más importante, el ribociclib. Debido a esto, la chica y su familia presentaron un recurso de amparo con una cautelar en el Juzgado Federal con asiento en San Rafael.
“Desde fines de abril está ordenada la cautelar para que la empresa de medicina prepaga entregue la medicación. Desde entonces, ordenada e intimada y además con la imposición de multas procesales, sigue incumpliendo”, detalló el abogado Alejandro Sosa que lleva la causa.
Madre de dos niños pequeños
“Tiene 2 hijos, mis sobris del amor, Morena de 9 y Nacho de 6. Los cuales están exentos obviamente de entender la gravedad de la situación. Ellos son su mayor fortaleza para transitar este camino”, contó Vanesa.
Por ellos, Carolina sigue luchando. “Estos tratamientos han sido muy invasivos. Desde las quimios hasta las operaciones realizadas. Aun así, siempre lleva una actitud tan positiva que es digna de admirar. Tiene un emprendimiento de zapatos y aun estando internada en el hospital ha agarrado su agenda para seguir trabajando”, destacó su hermana.
La historia de las mujeres de la familia está marcada por esta enfermedad. “Mi mamá falleció de cáncer de mama a los 46 años, mi abuela a los 65, mi tía a los 42”, agregó Flores, quien afirmó que no se darán por vencidas y seguirán adelante con la batalla hasta que la prepaga cumpla con la entrega del medicamento.