Con un presupuesto oficial de $80 millones y un plazo de ejecución de 60 días, el Gobierno de Mendoza se apresta a reparar las estructuras del emblemático Teatro Griego Frank Romero Day.
“Tras un exhaustivo relevamiento de las necesidades edilicias, el ministerio de Planificación e Infraestructura y el de Cultura y Turismo pusieron en marcha el proceso licitatorio y se abrieron las propuestas técnicas y económicas de la empresa Apolo Sur SA, que se presentó como única oferente”.
Las tareas incluyen la reparación de gradas y de los techos de camarines, recambio de membranas, impermeabilización de la fuente central, reacondicionamiento de canaletas, revoques interiores y exteriores y colocación de cámaras de seguridad.
Estas intervenciones buscan dar solución definitiva a los problemas de filtración en el subsuelo y, para eso, se reparará la losa de la planta baja, ubicada en el atrio del edificio, cuidando las piedras existentes, consideradas bien patrimonial.
En cuanto a los baños, los trabajos incluyen la remoción de artefactos e instalaciones eléctricas, como también recambio de cañerías, revestimientos y paneles divisorios. Además, se reparará la cámara séptica y se intervendrán los desagües, las bombas, los ductos de ventilación y las canaletas.
El pliego prevé la colocación de nuevos sanitarios, bachas de acero inoxidable con mesada de granito y en los pisos y paredes porcelanato rectificado.
La reparación general de gradas consiste no solo en reconstruir la superficie de todos los asientos, pintarlos y enumerarlos sino también en reacondicionar las canaletas existentes.
En cuanto a la fachada, se revocarán las superficies deterioradas, manteniendo las terminaciones y el color existente ya que el edificio es un bien patrimonial que no debe cambiar su fisonomía. Esto incluye el reacondicionamiento de los revestimientos de fachada como las piedras sueltas que constituyen la imagen de la fachada original del teatro.
Por último, la contratista encargada de las obras deberá dejar las instalaciones necesarias para la colocación de ocho cámaras de seguridad en el interior del teatro que se ubicarán en pasillos de circulación general y que se alimentarán con un sistema eléctrico independiente y vinculado al circuito de vigilancia existente.