En una operación que inicialmente no tenía como objetivo al máximo líder de Hamas, Yahya Sinwar, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron su muerte en la Franja de Gaza. Sinwar, de 61 años, fue abatido junto a otros dos milicianos en un tiroteo con soldados israelíes, que se encontraban patrullando el área. El enfrentamiento finalizó con la destrucción del refugio donde se escondían los terroristas, apoyados por una unidad blindada del Ejército.
Sinwar, considerado uno de los principales estrategas detrás del ataque del 7 de octubre, que dejó más de 1.200 muertos y más de 200 rehenes en Israel, se había convertido en uno de los principales objetivos de las operaciones israelíes en Gaza. La muerte del líder de Hamas supone un golpe significativo para la organización respaldada por Irán, que había aumentado su actividad militar en los últimos años bajo su liderazgo.
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Una carrera marcada por el terror
Nacido en un campo de refugiados en Khan Younis, Sinwar comenzó su trayectoria en Hamas hace décadas, consolidándose como un enemigo implacable de Israel. Tras ser nombrado jefe de Hamas en Gaza en 2017, lideró el brazo armado del grupo, las Brigadas Qassam, y mantuvo un férreo control sobre el enclave. Desde entonces, trabajó estrechamente con Mohammad Deif, quien también fue abatido en recientes operaciones israelíes.
Durante su tiempo al frente de Hamas, Sinwar promovió una línea más dura y beligerante, enfocándose en aumentar la capacidad militar del grupo y reforzar su control sobre Gaza. A pesar de su perfil bajo, Sinwar fue responsable de muchas de las decisiones más importantes del grupo, incluyendo la planificación de ataques y la construcción de la red de túneles que Hamas utiliza para ocultarse y almacenar armamento.
Un objetivo prioritario para Israel
A lo largo de los años, Sinwar había sido uno de los principales objetivos de las operaciones israelíes. Además de Israel, Estados Unidos lo buscaba por su papel en múltiples crímenes y ataques, y recientemente la Corte Penal Internacional emitió una orden de captura contra él por delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El ataque del 7 de octubre, que fue uno de los más brutales en la historia reciente del conflicto, marcó un punto de inflexión en la persecución de los líderes de Hamas. Yahya Sinwar era señalado como el arquitecto de esa ofensiva, lo que aumentó la presión sobre las fuerzas israelíes para localizarlo y eliminarlo.
Una muerte inesperada
Aunque las FDI no estaban específicamente buscando a Sinwar en el operativo que llevaron a cabo, su muerte sorprendió a los soldados. Durante el combate, descubrieron que uno de los milicianos abatidos era el líder máximo de Hamas, quien aparentemente no se encontraba en la red de túneles subterráneos donde se creía que se ocultaba. Esta operación supone un duro golpe para Hamas y deja un vacío en su liderazgo en Gaza, donde Sinwar había representado la figura más influyente del grupo desde 2017.
Con la eliminación de Yahya Sinwar, Israel asesta un golpe crítico a Hamas, aunque las tensiones en la región continúan en aumento mientras las fuerzas israelíes intensifican sus operaciones en la Franja de Gaza.