Este lunes, el Papa Francisco despegó desde el aeropuerto de Fiumicino en Roma, comenzando su viaje más ambicioso y extenso hasta ahora. A sus 86 años, el Sumo Pontífice se embarcó en un periplo de doce días que lo llevará a recorrer cuatro países del sudeste asiático y Oceanía, incluyendo Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
El avión papal partió a las 17:32 hora local y tiene previsto aterrizar en Yakarta alrededor de las 21:30, hora local. A su llegada, el Papa será recibido con una breve ceremonia en el aeropuerto, antes de retirarse para descansar tras el largo vuelo.
Antes de partir, el obispo tuvo un gesto significativo: en la residencia Casa Santa Marta, se reunió con 15 personas sin hogar, en una breve pero emotiva visita organizada por el limosnero pontificio, cardenal Konrad Krajewski. Este encuentro, marcado por la cercanía y humildad que caracterizan al Pontífice, fue una de las últimas actividades que realizó antes de su salida.
Te puede interesar
La gira apostólica no solo es notable por su duración, sino también por los desafíos que enfrenta debido a su salud. Acompañado por su médico personal y dos enfermeras, el Papa se preparó para recorrer 32.000 kilómetros, pronunciar una quincena de discursos y presidir varias misas multitudinarias, todo mientras se adapta a los diferentes husos horarios y mantiene bajo control su problema de rodilla.
El itinerario del Papa comienza en Yakarta, donde permanecerá hasta el viernes 6 de septiembre. Luego, continuará su viaje hacia Papúa Nueva Guinea, seguido por Timor Oriental, y culminará en Singapur, donde concluirá su gira el 13 de septiembre. Este viaje marca casi un año desde la última salida internacional del Papa, cuando visitó Marsella en septiembre del año pasado.
A lo largo de esta gira, Francisco estará acompañado por un séquito papal que incluye al cardenal Luis Antonio Tagle y al arzobispo Paul Gallagher, entre otros altos funcionarios de la Iglesia, así como por sus tres secretarios privados, quienes lo asistirán en esta ambiciosa misión.
Te puede interesar
Este viaje apostólico, el más largo y lejano de su pontificado, subraya la dedicación del Pontífice a llevar su mensaje de paz y esperanza a todos los rincones del mundo, incluso en medio de los desafíos físicos que enfrenta. Su presencia en Asia y Oceanía es vista como un gesto de apoyo a las comunidades católicas de la región y una reafirmación de la importancia del diálogo interreligioso en un mundo cada vez más globalizado.