La tensión en las relaciones entre Israel y el movimiento chiita libanés Hezbolá está en su máximo nivel tras el ataque con cohetes que alcanzó este sábado un campo de fútbol en la localidad de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por el país hebreo, y que dejó al menos 12 víctimas mortales, incluidos niños, y más de 30 heridos.
Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, afirmó la misma jornada que "Hezbolá ha cruzado todas las líneas rojas". "Nos enfrentamos a una guerra total", aseveró.
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Por su parte, Hezbolá negó "categóricamente" su responsabilidad en esta acción, comunicando a la ONU que el mortífero incidente fue resultado del impacto de un interceptor antimisiles israelí.