En un movimiento audaz y definitorio, el presidente electo, Javier Milei, destacó hoy la importancia de abordar de manera prioritaria "el problema de las Leliqs" como paso crucial para "liberar" el dólar y permitir que los precios se determinen por el mercado. En una entrevista con Radio Rivadavia, Milei subrayó que la solución al cepo cambiario está intrínsecamente vinculada a la resolución de la situación de las Letras de Liquidez del Banco Central (Leliqs).
"No podemos abordar efectivamente el problema del cepo si no enfrentamos y resolvemos el problema de las Leliqs", declaró Milei, enfatizando la necesidad de abordar este aspecto clave del sistema financiero. Las Leliqs, que han sido una herramienta utilizada por el Banco Central para controlar la inflación, se han convertido en un foco de atención y preocupación debido a su impacto en la estabilidad económica.
Milei, conocido por su enfoque liberal y sus posturas contundentes, argumentó que la liberación del dólar es esencial para permitir que el mercado determine los precios de manera más natural. Esta perspectiva se alinea con su visión de un gobierno que reduzca la intervención estatal en la economía y promueva la libre competencia.
En el contexto de estas declaraciones, el presidente electo también confirmó que la gestión de La Libertad Avanza avanzará en paralelo con un "ajuste fiscal". Milei afirmó que este ajuste no recaerá en los ciudadanos comunes, a quienes describió como "argentinos de bien", sino que recaerá sobre los políticos. Esta postura refleja la firme creencia de Milei en la necesidad de un cambio radical en la gestión de los recursos públicos y la responsabilidad fiscal.
La mención de un ajuste fiscal ha generado reacciones mixtas en la sociedad, con algunos expresando preocupación por posibles recortes en servicios públicos y otros aplaudiendo la intención de responsabilizar a la clase política. Milei, sin embargo, sostiene que este enfoque es esencial para poner fin a la "fiesta del gasto público" que, según él, ha caracterizado a la política económica en los últimos años.
¿Qué son las Leliq y qué problemas que representan para el Banco Central?
En la actualidad, la presencia de las Letras de Liquidez (Leliqs) y los pases en el balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) alcanza aproximadamente los $21 billones, superando los u$s60.000 millones. Este nivel se revela como considerablemente elevado, especialmente en comparación con el volumen actual de las reservas, que se sitúan en alrededor de u$s26.920 millones. Es destacable que la magnitud de las Leliqs y los pases triplica el valor de las reservas.
Las Letras de Liquidez (Leliqs) surgieron en enero de 2018 durante la presidencia de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), con el objetivo de estabilizar la emisión monetaria y prevenir la generación de inflación. Estos instrumentos de deuda remunerada son exclusivos para bancos, diseñados para retirar liquidez del mercado y evitar la fuga de capitales hacia el dólar.
En términos simples, las Leliqs funcionan como una herramienta para que los bancos coloquen dinero a una tasa fijada por el BCRA. Este último les paga los intereses correspondientes, y las entidades financieras ofrecen a los ahorristas plazos fijos como contrapartida a esta inversión.
Históricamente, las tasas de interés de las Leliqs han experimentado aumentos significativos en momentos de volatilidad económica, como la devaluación posterior a las elecciones PASO en agosto. En esa ocasión, el BCRA incrementó las tasas hasta un 118% nominal anual para las Leliqs a 28 días y un 120% para las de 180 días. Este movimiento buscaba contener la fuga de capitales y estabilizar el mercado financiero.
Sin embargo, el aumento de tasas conlleva costos considerables para el BCRA. Se estima que debido a la suba de tasas para contrarrestar la devaluación del 22%, la entidad tendría que desembolsar un adicional de $123.000 millones en intereses por las Leliqs cada 30 días. Esto representa más de $1,5 billones mensuales para el total del stock existente, aproximadamente $21 billones.
A pesar de estos costos, algunos economistas señalan que mientras los bancos no vendan las Leliqs, el BCRA puede mantener su estabilidad. No obstante, existe el riesgo de que esta estrategia genere expectativas de emisión futura para cubrir el déficit cuasifiscal, que surge cuando el BCRA incurre en pérdidas a través del pago de intereses por los pasivos remunerados.