Las negociaciones entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno argentino continúan a distancia, con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo que incluya financiamiento. Sin embargo, el organismo evitó precisar si se están evaluando medidas como un salto cambiario o el levantamiento acelerado del cepo, dos puntos que el ministro de Economía, Luis Caputo, negó en sus recientes declaraciones.
La portavoz del FMI, Julie Kozack, informó que las conversaciones siguen activas tras la misión técnica que concluyó la semana pasada en Buenos Aires. "El nuevo programa buscará consolidar los avances logrados y afrontar los desafíos pendientes", afirmó. Según Kozack, ambas partes comparten la necesidad de mantener "un conjunto coherente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias" para sostener la estabilidad macroeconómica y avanzar en reformas que impulsen el crecimiento.
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El Gobierno, por su parte, ha sido tajante en descartar que una devaluación o una salida abrupta del cepo sean condiciones impuestas por el FMI. "El acuerdo no implica ninguna devaluación, eso no está en discusión. Tampoco significa que una vez firmado se eliminen las restricciones al día siguiente", aseguró Caputo en una entrevista con LN+. Sin embargo, el contenido exacto de las negociaciones sigue sin ser revelado, y una de las claves del acuerdo es la secuencia de los desembolsos adicionales que el Ejecutivo busca para fortalecer las reservas del Banco Central.
El contacto con el FMI continúa de manera virtual, sin una visita oficial del Ministerio de Economía a Washington en el horizonte. En un informe reciente, el organismo financiero había señalado la necesidad de flexibilizar el mercado cambiario y desmantelar los controles como paso necesario para recuperar el acceso a los mercados internacionales. "Una estrategia creíble para levantar los controles será clave para la estabilidad", remarcaron los técnicos del FMI.
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En términos fiscales, el FMI reconoció el rápido giro hacia el superávit logrado por el Gobierno, aunque advirtió sobre la composición del ajuste. En particular, subrayó que gran parte del saneamiento de cuentas públicas se logró con fuertes recortes en inversión, salarios y medidas fiscales temporales, como el impuesto PAIS.
Las negociaciones siguen en curso, pero los puntos más sensibles aún no han sido esclarecidos. Mientras tanto, el mercado observa con atención los próximos pasos del Gobierno y el organismo internacional en una pulseada clave para el futuro económico del país.