Luego de que se dieron a conocer los puntos claves del acuerdo entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), trascendió que uno de los ítems a cumplir apunta los subsidios de la energía, que da a entender el acelero del esquema de segmentación de tarifas que se puso en marcha en el 2022. Lo que quiere decir esto, es que a partir de mayo se van a eliminar los subsidios para los usuarios residenciales de mayores ingresos -es decir que tengan salarios superiores a $572.386,50 mensuales- y para los usuarios comerciales a fines de 2023, según informó el organismo.
Los usuarios de Gas Natural del segmento de más ingresos (Nivel 1) ya pagan la tarifa plena, sin subsidios, desde fines de 2022. Sin embargo, en el caso de la energía eléctrica, la quita total de subsidios que en principio estaba prevista para febrero de 2023 se hará efectiva en mayo.
Lo cierto es que para avanzar con la quita total de los subsidios, uno de los puntos flojos de la segmentación es que la cantidad de inscriptos al registro para solicitar los subsidios a la energía fue más baja que lo previsto por el Gobierno. Los usuarios que pueden solicitar mantener el subsidios son los que tienen ingresos entre 1 y 3,5 canastas básicas, equivalentes a $163.539 y $572.386,50 (Nivel 3).
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Los que tienen ingresos mensuales por debajo de una canasta básica mantienen los subsidios (Nivel 2) y los que están por encima de las 3,5 canastas los pierden (Nivel 1).
El Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) para gas y electricidad se lanzó a mediados del año pasado. De los 15,8 millones de hogares que reciben el servicio de energía eléctrica, 2,8 millones quedaron dentro del segmento de ingresos medios (17,8%) y 7,7 millones en el segmento de ingresos bajos (48,6 por ciento).
El problema es que el segmento de ingresos altos quedó conformado por más de 5 millones de hogares (33,5% del total). En ese grupo están los que se anotaron pero superaron el nivel de ingresos para mantener subsidios pero también los que directamente no se inscribieron. Desde la Secretaría de Energía entienden que dentro de ese grupo hay muchos usuarios que están en condiciones de recibir subsidios y que los van a perder si no realizan el trámite. La estimación es que el porcentaje de usuarios que está dentro del segmento de ingresos altos podría reducirse de 33,5% a 24%.
Entre los motivos hay usuarios que no piden el subsidio -o lo pidieron y luego se “bajaron”- porque al estar dentro de los segmentos que reciben aporte del Estado no pueden acceder a la compra de dólar ahorro o de dólares financieros (como MEP y CCL). Otro factor que desanima a algunos usuarios es que la información solicitada se comparta con otros organismos del Estado.
Pero las causas más frecuentes serían la falta de información sobre el procedimiento, la falta de acceso a las herramientas y la conectividad para completar el formulario y especialmente que la persona que utiliza el servicio no es la titular de la vivienda o del servicio.
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La Secretaría de Energía comenzó la semana pasada con una campaña en redes para impulsar la inscripción de los que aun no lo hicieron. Y además firmó un convenio con la Secretaría de Abordaje Integral del Ministerio de Desarrollo Social para que jubilados y otros usuarios en condiciones de acceder al subsidio puedan completar el trámite de forma presencial en centros de referencia.
Fuente:(Infobae)