Desde las graves fallas individuales se explica la derrota de Racing ante el último campeón. Tuvo todo para ganarlo y hasta hizo figura a Burián, pero si el enemigo duerme en cama propia... Desde los dos minutos lo ganaba el dueño de casa por un tiro libre de Alcaraz que pegó en un palo, en la nuca de Burián y se terminó metiendo en contra.
El pibe, una especie de volante central muy suelto y con posibilidades de pisar el área, fue el mejor de Racing. Pocos pudieron acompañarlo. Algo de Miranda con un juego fluido en el primer tiempo y las constantes subidas de Pillud para ser descarga constante por la derecha. Licha López, el volante ofensivo por el centro, fue quien debió ser el socio del juvenil. Pero jamás lo fue.
El capitán jugó un partido pobrísimo, de esos que debieran darle más ganas de colgar los botines a fin de año porque le salió todo mal.
De poco les servirá a los hinchas de Racing intentar conformarse con que el del domingo fue el mejor partido del ciclo de Fernando Gago. Con tres derrotas en cuatro presentaciones es prácticamente imposible soñar con una clasificación a la lejana Copa Libertadores De haberle ganado a Colón, algo que mereció, la Academia hubiese quedado a sólo cuatro puntos de ese boleto. Claro que ese premio sería demasiado para un equipo que, pese a jugar mejor o peor, comete groseros errores que lo terminan obligando a penar por meterse por la ventana a la Sudamericana 2022.
Desde las graves fallas individuales se explica la derrota de Racing ante el último campeón. Tuvo todo para ganarlo y hasta hizo figura a Burián, pero si el enemigo duerme en cama propia... Desde los dos minutos lo ganaba el dueño de casa por un tiro libre de Alcaraz que pegó en un palo, en la nuca de Burián y se terminó metiendo en contra.
El pibe, una especie de volante central muy suelto y con posibilidades de pisar el área, fue el mejor de Racing. Pocos pudieron acompañarlo. Algo de Miranda con un juego fluido en el primer tiempo y las constantes subidas de Pillud para ser descarga constante por la derecha. Licha López, el volante ofensivo por el centro, fue quien debió ser el socio del juvenil. Pero jamás lo fue.
El capitán jugó un partido pobrísimo, de esos que debieran darle más ganas de colgar los botines a fin de año porque le salió todo mal.Antes de terminar el primer tiempo, y con Colón ya repuesto con un golazo de tiro libre de Ferreira, Lisandro tuvo la chance de volver a poner a la Academia en ventaja. Meza le hizo falta a Alcaraz y el 15 ejecutó un penal que a la vista de todos fue el primer blooper de los dos que se verían en el Cilindro. Con el pie abierto, casi con desgano, sacó un tirito al medio que encontró parado a Burián para dejarlo en ridículo.
El arquero de Colón le atajaría tres remates más, todos al bulto pero con el 1 siempre bien parado