Si bien Manolo -como se lo conoce en el básquet- comenzó dando sus primeros piques en el club Guillermo Cano, vistió la camiseta de Regatas y representó otros equipos, la identificación con el club de calle Suipacha y Olascoaga lo llevó a que cuando se menciona su nombre, sea sinónimo de Anzorena.
"Si bien jugué en varios clubes, Anzorena está en mi corazón. Además, vivo a media cuadra del club y estuve dirigiendo categorías formativas. Con los rojos de la sexta jugué hasta los 34 años que fue cuando me retiré del básquet. Jugué desde los 14 años en Anzorena."
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"Es un club de barrio y todos los vecinos me enseñaron a quererlo. Son clubes donde no solamente te formás como jugador sino como ser humano" comentó.
Garcés destacó la labor de los clubes en cuanto a mejorar sus instalaciones y crecer en pos de mejorar el nivel competitivo. "Veo que todos los clubes se están preocupando para mejorar sus instalaciones y hay que agradecer al municipio capitalino y a la Federación Mendocino de Básquet por haber recuperado dos instituciones donde se practicaba básquet y estaba un poco abandonada; como es la cancha del club Guillermo Cano y la Federación de Box -han remodelado y piso y las instalaciones en general-.
"Dios quiera que los gobiernos se den cuenta que apostar al deporte es apostarle a la salud y a la seguridad" se esperanza.
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Manolo, como amante del básquet, no es ajeno a la situación de Israelita Macabi. Al ser palabra autorizada, brindó su visión al respecto de la baja del torneo de Superliga que decidió el club celeste luego de ser blanco de dichos discriminatorios. "No tengo todas las herramientas como para llegar a emitir un juicio, pero después de toda la conmoción mundial que existe en torno al tema, vivir estos hechos es realmente tristísimo. Una cosa es que se tenga rivalidad dentro de la cancha, que seas un jugador duro, agresivo y que hagás todo por ganar. Pero humillar, y utilizar el dolor de miles de personas ante las heridas de la vida, no se concibe" dijo.
Y continuó: "Estamos viviendo con mucha agresividad y si lo trasladamos a una cancha, habría que pedirles a los autores de los hechos que no vayan más. Hacen mucho daño, no solo a los grandes sino también a los niños y a las familias que van al espectáculo"
"Esto es resultado un poco por tanta información que nos llega. En otras épocas también se suscitaron hechos de violencia pero no se transmitía con la facilidad de hoy en día, o el incidente en sí, no rompía barreras. Pienso que ha llegado el momento de poner un punto y aparte. Siempre hubo situaciones en las cuáles excedían lo deportivo, pero se solucionan de otra manera. Históricamente, hubo un hecho muy significativo dentro del básquet, donde jugadores atacaron a un árbitro en su propia casa y luego apareció tirado en la acequia. Los jugadores fueron suspendidos por 99 años. Sin embargo, el hecho ocurrido en cancha de Israelita Macabi está superando todas las barreras. No es momento de agregarle nafta al fuego" expresó.
Continuando con el tema de la discriminación, el ex jugador y técnico trazó un paralelismo entre el pasado y la actualidad brindando su opinión al respecto. "Yo vivo estos temas desde mi lugar de director técnico. Cuando tenía a los chiquitos, les decía un chiste y no pasaba de ahí. Hoy, tenés que tener muchísimo cuidado tanto con los chicos, como cuando se dirigen mujeres. Sinceramente se ha puesto muy difícil las relaciones sociales y medio como que te vas alejando. Tratás de no socializar porque hacés un chiste y si cae mal, enseguida te denuncian. Y si bien no lo he vivido en mi experiencia personal, cada vez es más complejo conducir un equipo de chicos" precisó.
"En mi época, los chicos íbamos a entrenar al club solos, ahora van con los padres. Pero entiendo la situación, porque los pibes no viven cerca del club y los padres entre ir y volver al club, optan por quedarse para presenciar el entrenamiento. Los padres ya empiezan a participar y en algunos casos, alteran el normal desarrollo de la práctica. Es comprensible que hoy en día, los chicos deban ser acompañados por sus progenitores por seguridad. Comparando con nuestra niñez, nuestros padres no nos acompañaban lo que no significaba nada, pero también hacía que cada uno fuera encontrando su propio camino" comparó.
"¿Qué es lo mejor, se preguntó? Nuestros padres quizás no tuvieron la cultura que pudimos adquirir nosotros, pero tenían mucha inteligencia (adquirida de la universidad de la calle) y nosotros como hijos que crecimos viendo esos parámetros, en lugar de padres hoy, no educamos a nuestros hijos de la misma manera. Nosotros también somos cómplices (los de mi camada y los de más adelante) en darle todos los gustos (tienen acceso a todo) pero a todo a cualquier precio" aclaró.
Jugador, director técnico y pelota naranja
"Creo que le debo mucho al básquet y lo he adoptado como un estilo de vida. He tenido la gran suerte de tener una familia (mi señora y mis hijas) que siempre me han acompañado y que nunca he tenido el impedimento para realizar lo que más amo. Es un amor extra familiar aclaró
La última conducción técnica de Garcés fue en Gimnasia y Esgrima y hace una semana dirigió en un torneo internacional que se disputó en el estadio Torito Rodríguez de San Martín siendo campeón con la selección de maxi 50. El equipo estuvo integrado por Camerún Tejada, Mario Lémole, Emilio Sarmiento, Tuta Rodríguez, Pollo Segura, Sergio Olmedo, Silvio Sorgoni, Gustavo Belbruno, Tadeo Michelán entre otros jugadores.
En julio pasado viajó a Corrientes con las maxis femeninas más 60 a un Campeonato Argentino donde las mendocinas fueron subcampeonas y Garcés fue el responsable técnico.
Hace algunas semanas atrás, Carlos Abrego decidió ponerle fin a su dilatada carrera deportiva y se retiró a los 53 años de las canchas de básquet. Manolo lo conoce muy bien a Abrego luego de jugar 38 años en primera división. "Yo lo he dirigido en distintas etapas de su vida deportiva y realmente es un ejemplo a seguir. Quiso jugar con el hijo y no sé si ahora va a jugar con el nieto" dijo entre risas. Pero, está impecable físicamente Carlitos".
"Él decía que se iba a retirar este año, pero no sé si lo irá a cumplir" agregó sonriendo
"Es muy difícil alejarse totalmente del deporte que has practicado" justificó.
La diferencia de jugador a técnico
Garcés diferenció la función de jugador respecto a ser director técnico. Él tuvo protagonismo en ambos casos por eso piensa: "En la esencia deportiva, uno es jugador porque el técnico te ayuda, pero lo hermoso es cuando estás en la cancha y sos protagonista y tenés la posibilidad de ejecutar o realizar lo que entrenaste para llevar a cabo en el juego".
"Cuando jugás no podés fingir, por ende, te expresás a corazón abierto. Viendo jugar a esa persona, podés sacar una radiografía de cómo puede ser su personalidad fuera de la cancha. El que es noble es noble, el que es luchador dentro de la cancha, es un luchador en la vida".
"Un equipo es una acumulación de distintas características. No son todos los protagonistas iguales. Ahí se observa la mano del DT porque hay que ensamblar todas esas diferencias en pos de un bien común que es un "Nos".
Y siguiendo su visión sobre los jugadores continuó: "He tenido jugadores a los cuáles le agradezco que me hayan hecho tan feliz: He logrado muchos campeonatos, pero lo que ganan son los ellos. Yo tengo la postura de que cuando ganan son los jugadores y cuando pierden, el DT es el responsable". En lo personal pienso que "Cuando el equipo gana, trato de irme lo más rápido de la cancha para que homenajeen a los jugadores y cuando perdemos, me quedo para poner la cara. Esa es una técnica que aplico, no sé si es buena o mala. Es mi manera de pensar" sintetizó
A lo largo de su extensa carrera, han ocurrido un montón de anécdotas dentro de los rectángulos de juego. Sin embargo, destacó una cuando jugaba en juveniles y quedará por siempre en su memoria. “Hay un partido que ha quedado grabado en mi memoria. Un partido en juveniles, yo jugaba en Regatas y disputamos una final con Agua y Energía y disputamos cinco tiempos suplementarios y terminamos en cancha, cuatro jugadores en un equipo y el otro; con tres. El partido fue en el estadio Pacífico y comenzó como a las 8 de la noche y terminamos cerca de la medianoche. Nos tocó ganarle a un rival con jugadores emblemáticos como el Tono Alvaro, Cachi Pérez, Armando Caletti, Pollo Pollomani, Juan Posada, un quinteto de lujo. Por Regatas teníamos muy buen equipo como Julio Pezzutti, Petete Giácomo, Daniel Hidalgo, Juan Amezquite, Jorge Peralta. Fue un triunfo histórico que siempre será recordado". añadió
En primera división había muy nivel en todos los equipos de los ´70 y ´80, sin embargo, Andes Talleres se llevaba la gloria. “En mi época como jugador el rival de turno y el equipo a vencer era Andes Talleres. Era el equipo histórico que ganaban todo. En Anzorena, teníamos un gran equipo conformado por Mario Daprás, Higinio Negri, Aquino Rodríguez, Pato Rodríguez, Lito Romero, Dani Rodríguez, Paquito Rodríguez, yo y lo más los chicos que iban surgiendo.
Durante más de 10 años Talleres fue el campeón eterno. Mis duelos como rival a vencer siempre fue el azulgrana".
"Tanto jugar con ellos y tenerlos como rival, uno de los rivales termina aprendiendo. A pesar de tener distintas camisetas, éramos muy amigos fuera de la cancha" destacó
"Agradezco haber vivido esa época del básquet quizás, más romántica, más folklórica. Hasta el día de hoy, tengo la posibilidad de disfrutar de amigos que me dio el básquet".
Y si bien Andes Talleres fue el gran campeón hubo otro equipo que se caracterizó por romper con las normas habituales de la época en su vestimenta para disputar los partidos. “Fue muy lindo ver a un rival como Guillermo Cano que rompió las estructuras y utilizó pantalones a lunares, camiseta con el Topo Gigio o cordones en las zapatillas de distintos colores. Como rival de Cano, para mí fue muy divertido".
Ese equipo contaba con jugadores como Pepa Falcioni, Hugo Sochi, Rulo Becerra, Breba Bátiz, Osvaldo Trillo, Raúl Castromán, Flaco Ebans.Esa camada de Guillermo Cano fue más que básquet. Fue un gran grupo de amigos donde se juntaban a comer asados y venía a cantar Pocho Sosa por ejemplo" recordó.
Todos los partidos eran a cancha llena
En Suipacha y Olascoaga, como en el resto de los escenarios, cada vez que había un partido de básquet, era a sala llena. “En la antigua cancha de Anzorena, el piso era de baldosas y teníamos unos camarines y baño "pobretón". Pero una pasión emocionante La hinchada nuestra, con ladrillos armaba una mini tribuna y ponían tablones y nos esperaban con redoblantes y clarinetes. Cuando salíamos del camarín y la hinchada alentando...cómo podías jugar sin ganas, se preguntó. No es simplemente ir a ver un partido, era vivirlo, disfrutarlo".
Garcés hizo mención a la relación jugador-árbitro dentro del campo de juego. "Uno cuando se equivoca tiene que descargar su bronca con alguien. Y es más fácil descargarse con el árbitro. Como espectador, no me gusta que los jugadores hablen tanto con los jueces. Si yo fuese árbitro, sería más duro, cortaría de entrada. No dejaría que el jugador se me acerque y me hable permanentemente. El partido se ve interrumpido, en algunos casos, por las protestas de los jugadores"
"En muchos casos, no son justos con los árbitros. No te digo que estén en un momento brillante pero no son los causales de ninguno de los males que tiene nuestro básquet"
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Su visión del torneo
Se están disputando los cuartos de final de la Superliga en el básquet doméstico y uno de los involucrados es el equipo del amor de Manolo. Anzorena es uno de los equipos más fuertes que hay y sacándome la camiseta pienso que puede estar entre los finalistas".
Otro equipo que está entre los mejores cuatro de la categoría es el Apache. "Nunca hay que descuidar a Atenas. Es un equipo que tiene un plus que no lo tiene nadie, aunque cambien los jugadores, la esencia continúa igual. El jugador se encariña tanto con el club que hace que ponga una energía inusual en cada partido. La famosa garra Apache."
De San José, rival de Anzorena dijo: "Lleva varios años jugando con un equipo que lo hace de memoria. En las finales, la experiencia también prevalece. Y de Regatas, el cuarto equipo que está en semis, Manolo opinó: "Ha crecido mucho el nivel de Regatas. Tiene un gran equipo y va ser un difícil oponente para Atenas".
Aunque pasen los años, el contacto de Manuel Garcés con la naranja se acompañarán por siempre. "Es muy difícil no ver básquet. Como vivo a media cuadra de Anzorena, voy a ver los entrenamientos de los chicos y siempre me preguntan ¿qué hacés? y respondo, vengo a ver básquet. Es más fuerte que yo" resume nostálgico.
La conexión que tiene Garcés con el básquet se resume en estas palabras "Yo soy muy feliz con el deporte que me abrazó y me brindó más de lo que merezco" concluyó.
Producción Periodística: Daniel Oscar Ferrari.