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La verticalidad por los extremos, sinónimo del ADN de la Selección Argentina

Scaloni prueba variantes para darle nuevas herramientas desde lo táctico al seleccionado nacional

22/06/2024 20:29
Ir por las bandas favorece a Leo como receptor e iniciador de ataque coordinado.
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En la anteúltima práctica previa al debut frente a Canadá, Lionel Scaloni probó una innovación táctica de doble lectura con un aggiornado sistema 4-4-2 en vez del tan habitual 4-3-3 que emplea usualmente la "Scaloneta".

No fue casual ni un capricho del entrenador, quien está en todo su derecho de aplicar el método ensayo/error con la mira en proyectar variantes en el sistema de juego como en la distribución de quiénes serán los intérpretes naturales de estas pruebas.

De ahí que, a veces, los campos de análisis para esta base fáctica resultan, naturalmente, los amistosos en cada una de las doble fechas FIFA que se van intercalando cuando no hay competencia internacional de primer nivel, como en este caso la Copa América, las eliminatorias sudamericanas y el Mundial.

Argentina maneja con fluidez el destino del pase en función defensiva para salir con balón dominado, como así también en la construcción de circuitos creativos tanto en triangulaciones cortas como largas, conforme lo amerite la situación del momento.

De hecho, ante los canadienses, "Dibu" Martínez lanzó habilitaciones a través de saques largos que encontraron a sus respectivos destinatarios con la posibilidad simultánea de controlar/encarar y quedar de frente al área rival con la posesión asegurada.

La Selección, además, busca - desde la zona central como eje - producir cambios de ritmo y cubrir sendos laterales desde los extremos defensivos con libertad para trepar por su banda como los extremos ofensivos que retroceden para luego generar espacios y quedar en situación de mano a mano con carrera lanzada.

He aquí que este 4-4-2 en la versión Scaloni le suma un volante más al mediocampo y no resigna el ataque, sino que ubica dos atacantes en esa función: Leo ocupando posiciones como si fuese un líbero de ataque y Julián Álvarez/Lautaro Martínez yendo sobre la medialuna rival o hacia los costados del área para, por ende, sacar de posición a los marcadores centrales del adversario ocasional.

Este "modo scaloneta" hace de la verticalidad por las bandas una cuestión identitaria, inclusive con el 4-3-3 habitual. 

Los volantes, en rotación continua, rompen líneas cuando conducen con balón dominado o cuando se muestran como potenciales receptores. En este debut en el "Mercedes Benz Stadium" un claro ejemplo fue el Alexis Mac Allister, quien - en la primera etapa - llegó a lanzarse hacia delante para meter un cabezazo en posición de centrodelantero, mientras que, en la etapa complementaria, también lo ejecutó situándose en el punto penal previo a la acción que derivó en el gol de Julián Álvarez.

Hoy por hoy, ser vertical como adn es una característica que escasea en el fútbol de alta competencia.

Una saludable tendencia, vale aclarar.

 

 

 

 

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