La Dirección de Comercio, Industria e Inspección General de la Municipalidad de Guaymallén ha desplegado una intensa estrategia para frenar la comercialización ilegal de pirotecnia, una práctica prohibida en el departamento desde la aprobación de la ordenanza 8654 en 2018.
En lo que va de la temporada de fiestas, se han realizado 15 operativos que dejaron como resultado 18 intervenciones positivas sobre las 39 denuncias recibidas. Hasta ahora, el material confiscado supera los $8 millones en valor, de los cuales $6 millones fueron incautados en los últimos diez días, un incremento notable desde los $2 millones informados el pasado 20 de diciembre.
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El operativo no solo implica la presencia de inspectores municipales, sino que también cuenta con el respaldo de efectivos policiales del Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza. Este acompañamiento busca garantizar la seguridad del personal municipal, ya que los decomisos suelen generar episodios de tensión y violencia.
Los inspectores han retirado cerca de 800 unidades de material pirotécnico, que incluye cajas de petardos, bengalas y fuegos artificiales. Estos productos han sido depositados en instalaciones del Repar-Repriv, organismo dependiente del Ministerio de Seguridad y Justicia.
Multas severas y canales de denuncia
La venta ilegal de pirotecnia enfrenta sanciones de hasta 5.000 UTM, equivalentes a $372.500, a los que se suman aforos adicionales según cada caso.
Los vecinos tienen la posibilidad de colaborar reportando casos de venta ilegal a través del sistema de gestión de reclamos GINA, mediante WhatsApp al 261-506-8885 (opción consultas y reclamos) o comunicándose con la Guardia Municipal al 261-382-2981.
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Límites legales
Aunque los operativos son enérgicos, existe un límite constitucional que los inspectores y policías no pueden cruzar: el ingreso a domicilios particulares sin una orden judicial. Sin embargo, si la venta ilegal se realiza en espacios públicos, como veredas o ferias, los inspectores están habilitados para actuar y confiscar el material.
Con estos controles, Guaymallén no solo reafirma su compromiso con el cumplimiento de la normativa, sino que también protege la seguridad y tranquilidad de sus habitantes en una época del año donde los riesgos asociados a la pirotecnia suelen incrementarse.