Hay alimentos que son realmente enemigos del cerebro, resultan adictivos y, para peor, son de uso diario, y por tanto debemos empezar a evitar.
Uno de ellos, quizá el principal, es el azúcar. Si queremos prevenir el alzheimer, la demencia, y otros males, deberíamos empezar por restringir severamente el consumo de esta sustancia.
Desde la Sociedad Española de Neurología se advirtió que "la alimentación es uno de los pocos factores de riesgo de enfermedades neurológicas que está en nuestra mano modificar y controlar.
No existen alimentos milagrosos ni dietas milagrosas, pero sí hay los que son enemigos para el cerebro, como la sal, el azúcar y las grasas trans (las que se encuentran en los alimentos procesados)".
Sobre ello, se indicó que "el azúcar puede producir adicción, esto se debe a que ocasiona en el cerebro un efecto gratificante, al activar las señales de recompensa".
Los efectos nocivos:
Estudios revelaron que comer este alimento en exceso puede tener efectos negativos en el funcionamiento del cerebro, produciendo inflamación o reacciones de carácter emocional, como:
- Fatiga
- Insomnio
- Ansiedad
- Demencia
- Depresión
El consumo excesivo de azúcar también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hígado graso, cáncer, entre otras.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de azúcar libre (el que se añade a los alimentos), por debajo del 10 % de la ingesta calórica total del día.
Uma Naidoo, psiquiatra nutricional y experta en cerebro de Harvard, indica que "una dieta alta en azúcar puede conducir a un exceso de glucosa en el cerebro".
Los estudios han relacionado (el exceso de glucosa en el cerebro) con problemas de memoria y menos plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
El exceso de azúcar puede empeorar la memoria. Esto se debe a que, cuando existen niveles elevados de glucosa en sangre, el cerebro intenta metabolizarla produciéndose un daño en el hipocampo y, en consecuencia, afectando la memoria y habilidades de razonamiento.
Finalmente, una investigación publicada en la revista científica Nature concluyó que los menores de edad que toman con frecuencia bebidas azucaradas tienen mayor riesgo de padecer problemas en el hipocampo durante la adultez.