A casi 200 kilómetros de la Ciudad de Córdoba se encuentra la localidad de Santa Catalina, cuyo municipio no cobra impuestos y su intendente, Miguen Ángel Negro, 76, como sus concejales no cobran sueldo.
El Jefe comunal lleva en su haber nueve elecciones ganadas y por el momento no puede volver a ser reelegido a no ser que cambien la letra que así lo indica la ley. El hombre fue elegido por primera vez en 1983, cuando Argentina recobró la democracia luego de la gestión castrense que tanto mal le hizo al país.
Santa Catalina cuenta actualmente con unos 8 mil habitantes es gobernada por “Mínimo”, como le dicen cariñosamente sus vecinos, quien solamente se mantiene en su vida personal con la jubilación de la que dice que le alcanza para llevar una existencia digna.
Actualmente un 80 por ciento de la población cuenta con los servicios mínimos como agua, luz y cloaca y en un momento esa cifra fue de un 98 por ciento debido a que aún no se habían mudado los recientes habitantes que hoy eligieron vivir en ese lugar cordobés.
La comuna se autogestiona con la coparticipación que recibe de la provincia cada unos 15 días con la que ejecutan las obras que necesitan para la gente a lo que solamente se les adiciona un cobro anual de 800 pesos para quienes tienen asfalto y de 600 para los que no. En el caso de los jubilados no pagan.
Según Negro, la comuna además cuenta con un plazo fijo muy grande con el que pueden pagar el resto de los gastos que produce la municipalidad que cuenta solamente con 14 empleados en total.
Hoy el funcionario sigue siendo tentado por los mismos vecinos para que siga en el poder aunque por el momento eso no pueda suceder. Tiene mandato hasta diciembre de 2023.