La ciudad de Villa Gesell está sumida en la conmoción tras el derrumbe del edificio del Hotel Dubrovnik, donde los bomberos trabajaban intensamente para rescatar a posibles personas atrapadas entre los escombros. El intendente, Gustavo Barrera, ha señalado a las obras ilegales como una de las causas del colapso.
Según un informe municipal, en el momento del derrumbe se estaban llevando a cabo reformas en el tercer piso de manera "clandestina", sin cumplir con la normativa local ni contar con la autorización pertinente. Estas obras, que habían sido suspendidas por el municipio en agosto, carecían del permiso necesario.
Barrera, que se encontraba en el lugar del incidente y estuvo acompañado por el ministro de Seguridad de la Provincia, Javier Alonso, explicó en una entrevista a TN que el edificio tenía autorización para construir un ascensor en la parte frontal, pero no para la estructura que se derrumbó. Esta última nunca tuvo comunicación con la torre y su obra había sido aprobada en 1996.
“Se contaba con permisos para la parte de ingreso en la avenida 1, y había una autorización para cambiar pisos”, señaló el intendente. También aseguró que no hay riesgo de colapso en edificios adyacentes, aunque se debe proceder con cuidado en la remoción de escombros.
Por su parte, Nicolás Valdez, de la Inspección de Edificios de Villa Gesell, confirmó que la obra en cuestión no contaba con las autorizaciones necesarias. “Lo que colapsó son 10 pisos más el basamento, que se mantiene intacto. Es un incidente grave y esperamos que los servicios de emergencia manejen la situación de la mejor manera posible, dadas las circunstancias”, declaró en LN+.
Valdez aclaró que el desplome de la estructura no se debió a un problema de cimientos, sino que comenzó en el basamento a partir del tercer nivel, lo que sugiere que el origen del derrumbe se produjo desde allí. Además, indicó que el sector que cedió se desplomó hacia un inmueble lateral, dando lugar a la posibilidad de un giro en la estructura que evitó que colapsara sobre sí misma.
El funcionario municipal también mencionó que han presentado en el Concejo Deliberante una solicitud para la creación de un código de seguridad edilicia, el cual permitiría un control más riguroso sobre estas estructuras. “Espero que, tras este lamentable suceso, el Poder Legislativo y la oposición tomen las medidas necesarias”, enfatizó.
Alonso describió el derrumbe como algo similar a una implosión, señalando que los últimos tres pisos se inclinaron hacia un lado y cayeron sobre un edificio vecino, causando daños significativos. El ministro añadió que, según los testimonios de los vecinos, se sintieron ruidos inicialmente como vibraciones antes del colapso.
En el momento del incidente, los trabajadores de la construcción estaban alojados en una parte del edificio que no se colapsó, y lograron evacuar rápidamente. Hasta el momento, el fiscal no ha ordenado ninguna acción específica respecto a los trabajadores.
En el lugar del siniestro estaban presentes bomberos voluntarios de Madariaga, Pinamar, Mar de Ajó y Santa Clara, junto con equipos de la Policía de Rescate de Mar del Plata y servicios de Salud, Seguridad, Defensa Civil y Tránsito municipales.