Defiende la decisión “audaz” de habilitar una temporada de verano que, estima, llevará 9 millones de personas a destinos turísticos nacionales. Retraso en la construcción de hospitales modulares, fiestas clandestinas y la posibilidad de instaurar un pasaporte sanitario.
En el despacho del ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, entre maquetas de aviones y retratos familiares, está la prueba de un sueño cumplido: la Copa Libertadores que ganó San Lorenzo en 2014, cuando él era el presidente del club. En la lista de sus sueños pendientes, dice el ministro, queda el de gobernar la Ciudad de Buenos Aires, en donde perdió por más de 20 puntos contra Horacio Rodríguez Larreta en las elecciones de 2019. También dice que no es momento de hablar de elecciones y candidaturas.
Aunque suena como posible cabeza de la lista de diputados nacionales por la ciudad para los comicios de este año y mantiene reuniones “para fortalecer el Frente de Todos”, asegura que la preocupación de su día a día es la gestión: coordinar la temporada turística en medio de la crisis por la pandemia de coronavirus. En diálogo con elDiarioAR confirma que pese a la suba de los contagios nunca pensó en apretar el “botón rojo” y dar marcha atrás con la apertura del turismo y estima que se superarán las previsiones de cantidad de turistas hechas para este verano anómalo. Además, anticipa una estrategia en análisis para reabrir el turismo a los extranjeros a mediados de año: una especie de pasaporte sanitario que le permitiría el ingreso sólo a los vacunados.
El año pasado se discutía si iba a haber temporada de verano o no, y finalmente se decidió que sí. En el balance costo sanitario/beneficio económico, ¿está valiendo la pena?
Absolutamente. Fue una decisión audaz, pero con más de 7 millones de turistas viajando por todo el país y con un número de ocupación interesante, y además teniendo en cuenta que la cantidad de casos empezó a amesetarse y a bajar, pienso que fue una decisión correcta. Generó una inyección de dinero para las economías regionales, para el interior del país, que era necesaria.
Estimaban que se iban a mover entre 7 y 9 millones de turistas, alrededor de un 60% de los 15 millones que se movieron la temporada pasada, en la que se generaron ingresos por $300.000 millones. ¿Se va alcanzar esa proyección?
Ya se movieron 7 millones de personas y yo creo que vamos a estar incluso un poco arriba de los 9 millones que pensábamos. Hablé con varios intendentes de la Costa y algunos de Córdoba y vamos a tener una primera quincena de febrero muy fuerte, con mucho viaje planeado sobre la hora. La situación sanitaria estabilizada y tendiendo a la baja -y el hecho de que no haya más restricciones- va a hacer que mucha gente que estaba dudando finalmente se termine de convencer y se tome las vacaciones en esa primera quincena. Sobre todo considerando que, en muchos distritos, van a empezar las clases el 17 de febrero.
Vamos a tener una primera quincena de febrero muy fuerte, con mucho viaje planeado sobre la hora
Algunos puntos turísticos como Bariloche tuvieron o tienen situaciones sanitarias complicadas, con terapias intensivas al borde del colapso. ¿Cómo se manejan esos casos?
A Bariloche, donde hoy está la situación más compleja, estoy viajando mañana (por el jueves 28) con la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, para profundizar el plan Detectar y recorrer con la gobernadora, porque tenemos la expectativa de rápidamente generar una cantidad más de camas de terapia intensiva que nos permitan estar más tranquilos. Hoy la situación más compleja está ahí.
Antes del inicio de la temporada anunciaron que se iban a montar 19 hospitales modulares en puntos turísticos del país. ¿Se construyeron?
Se están construyendo. Algunos están ya próximos a inaugurarse en estos días y otros todavía están en proceso de armado. Nosotros queríamos que estuvieran antes, sabíamos que era una apuesta de mucho riesgo porque lo habíamos anunciado sobre diciembre y no era fácil, pero estimamos tenerlo por lo menos para la primera quincena de febrero. Además, es infraestructura sanitaria que va a quedar en el lugar más allá de la temporada.
¿En el momento de mayor aumento de casos, a principio de enero, se pensó en apretar “el botón rojo” y volver atrás con las aperturas del turismo?
Siempre tenemos todas las alternativas sobre la mesa, pero la verdad es que, en esos días de principios de enero, nunca pensamos en tocar el botón rojo y siempre dijimos que la temporada estaba asegurada, que no íbamos a dar marcha atrás. En eso nos han acompañado todos los gobernadores. Creo que fue una decisión correcta porque, evidentemente, era como decíamos: no fue el turismo lo que generó el incremento de casos sino las reuniones sociales de fin de año.
¿Las aglomeraciones y fiestas clandestinas en los puntos turísticos están controladas?
Está mucho mejor que a principios de la temporada. Hay algunos destinos que lo trabajaron muy bien, que fueron muy rigurosos, y otros más laxos. Sobre eso nosotros reforzamos el pedido de controles y la verdad que viene funcionando bien. Las fotos que vimos a principio de la temporada las estamos viendo mucho menos, o prácticamente no las estamos viendo.
No fue el turismo lo que generó el incremento de casos, sino las reuniones sociales de fin de año.
¿Para cuándo proyectan que se podría retomar el turismo extranjero?
Es muy difícil proyectar. Nosotros estamos siguiendo prácticamente a diario la cantidad de vacunados porque una posibilidad que estamos evaluando, y que la Organización Mundial del Turismo (OMT) también está evaluando, es empezar a abrir para quienes están vacunados. Todavía es muy poca la población vacunada, sobre todo en países limítrofes, que representan el 65% del total de los turistas que llegan a la Argentina, así que es prematuro hablar de eso, pero lo estamos evaluando.
¿Estiman que el turismo extranjero esté abierto ya para la temporada de invierno?
La previsión que tenemos es que para mediados de año vamos a poder tener turistas extranjeros. Incluso estamos pensando en herramientas para estimular la venida de extranjeros a la Argentina.
¿Proyectan reeditar el plan PreViaje?
El plan PreViaje tuvo un éxito fenomenal y estamos pensando en reeditarlo, tal vez con un formato más focalizado para determinados destinos emergentes y también nos gustaría armar una herramienta de estímulo para turismo extranjero. Estamos esperando que se termine de reacomodar la cuestión presupuestaria porque tenemos que ver cuánto de nuestro presupuesto vamos a tener que volcar al sostenimiento del sector.
La Cámara Argentina de Turismo les solicitó que se extienda el ATP por seis meses más y que cubran con caja propia la diferencia entre el Repro II vigente ($9.000 por trabajador) y el ATP ($19.000 por trabajador) ¿Se hará?
Con caja propia es muy difícil porque el Ministerio tiene un presupuesto de más o menos $10.000 millones y para equipararlo debería usar casi $6.000. Pero sí pensar en algún plan con algunos recursos que tenemos para asistir, sobre todo muy focalizadamente, porque no es la misma la situación de todos los hoteles del país o de todos los restaurantes. Primero necesitamos tener la masa crítica de inscriptos en el Repro y después vamos a diseñar la herramienta para complementarlo.
Más allá de los argumentos oficiales que dicen que El Palomar no es rentable, ¿cree que su cierre va a tener un impacto en el turismo interno, considerando que su operación generó una aumento en la cantidad de pasajeros de cabotaje?
No, para nada. Creo que cuando uno repasa el total del turismo que tiene la Argentina, no era necesario tener ese aeropuerto. Sobre todo, considerando que en Aeroparque se está haciendo una obra que va a más que duplicar su capacidad operativa. Para cualquier turista de los que viene, sobre todo para los regionales, que concentran el 65% del turismo, es preferible venir a Aeroparque que ir a Palomar. Incluso las compañías que más abogaban por El Palomar están conformes con operar en Aeroparque.
Si es que finalmente su traslado se concreta.
Se va a concretar.
Negocios personales, candidaturas y la televisación del fútbol
Es accionista mayoritario de Ñuke Mapu, una distribuidora de vinos que fundó y en la que era gerente hasta antes de asumir. ¿Cómo le fue al rubro durante la pandemia?
Todo el consumo masivo en general estuvo afectado, pero es un rubro que dentro del contexto general, y con diferencias entre las distintas unidades de negocios, mantuvo los niveles de facturación que tenía y nosotros pudimos mantener la cantidad de empleados. La pasamos.
¿Tuvieron ayuda de alguno de los programas oficiales, como el ATP?
El único mes que tuvieron que pedir ATP fue en mayo, porque habíamos estado cerrados durante casi 20 días y después cuando abrimos no pedimos más. Fue solamente un mes. Cuando empezamos a facturar nos pareció que no correspondía y después la facturación, la verdad, se mantuvo estable.
¿Se reunió con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y con sindicalistas para evaluar la posibilidad de encabezar la lista de diputados nacionales por la ciudad en las elecciones de este año?
Fui a reunión porque no tengo dudas de que lo que hay que hacer es, manteniendo el perfil de cada uno y las diferencias que existen, fortalecer el Frente de Todos, lo que nos da la posibilidad de seguir teniendo perspectivas de ganar las elecciones y llevar adelante un proyecto de país diferente al que expresa hoy la oposición. Me junto con todos a hablar de la ciudad de Buenos Aires porque yo fui candidato, vivo en la ciudad de Buenos Aires y me encantaría algún día gobernar la ciudad de Buenos Aires, es uno de los sueños que tengo. Si voy a ser candidato este año, hoy me parece que no es momento para hablar.
Si sus compañeros del Frente y el Presidente consideraran que usted es la persona indicada.
Si el Presidente me dice que soy la persona indicada va a ser difícil convencerlo de que no, pero la verdad que es una charla que todavía no tuvimos y me parece que no es el momento de tenerla.
El Cohete a la Luna publicó hace algunas semanas una supuesta lista negra de Página/12 en la que usted estaba incluido, que se explicaría por no haberle dado a su ex compañera de fórmula Gisela Marziotta —que integra el Grupo Octubre— el espacio que pretendían en la campaña. ¿Qué opina de esto?
Son rumores y supuestamente no podríamos salir en medios en los que yo veo que salimos. Yo no le presto mucha atención. Todas esas cosas son de políticos en su mundo, la verdad que la gente no está mirando eso.
¿Cuál es su opinión sobre el acuerdo de la AFA con Disney por la televisación del fútbol, que se cerró aún cuando venía de una situación judicial compleja y hubo ofertas superadoras?
Creo que el Estado nacional no tiene por qué meterse en esa discusión. Sí creo que tiene que trabajar para que podamos tener, con la voluntad de quienes tengan los derechos televisivos, algunos partidos para pasar por la Televisión Pública. Por lo demás, es una discusión entre una asociación y privados.
¿Y sobre el tema puntual de la fusión, considera que alcanza con que se cedan derechos o de todos modos cree que no corresponde habilitar una operación que concentre más del 60% de las señales deportivas en una empresa?
Ahí los que tienen que definir son los funcionarios a cargo y que saben si realmente existe esa concentración o no. Si eventualmente existiera, por supuesto que hay que obligarlos a desinvertir, Pero no está bueno que todos se metan en una cuestión en la que no sabemos si efectivamente existe una concentración o no.
Fuente El Diario Ar