Cuando Romina vio a entrar a Fabián, su sobrino, a la casa de Gran Hermano se mostró bastante decepcionada. Esto se debió a que la participante anhelaba que, aunque sea por unos días, pudieran ingresar sus hijas.
Si bien no era lo que esperaba, con el correr de los días, la hermanita comenzó a aceptar la situación y se mostró compinche con su sobrino.
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Por su parte, tras su eliminación, Romina hizo un mea culpa y aseguró que sus compañeros podrían haberlo nominado por la actitud que ella había tenido.
"¿Quieren ver cómo quedó Romina? Imagínense que para ellos es un shock. Es el primer familiar que sacó la casa. Esto pasó y mirá cómo lloraba Romina", dijo Santiago del Moro a modo de introducción.
"¿Estás triste, Ro? Fue muy feo, mi hermana lloró cuando se fue él. Fue muy triste, muy feo", la consoló Julieta mientras ella no paraba de llorar. "Sentía parte de las nenas, de mi familia estando él acá", respondió Romina angustiada.
Con tono esperanzador, su compañera le dijo: "Capaz que te las traen". "No quiero estar pensando porque si no me hago ilusión. A parte, ayer y hoy estuve mirando la puerta. Yo las extraño muchísimo ya. Te sentís muchísimo mejor si hay alguien de tu familia. Estoy de vuelta sola", continuó quebrada Romina.
Tratando de levantarle el ánimo, Julieta le dijo mientras miraba las fotos: "Son muy lindas tus hijas, mirá esa carita. Ya falta muy poco para que las puedas ver".
Finalmente, revisando lo que había pasado con su sobrino, Romina cerró: "Se puso re nervioso cuando se tenía que ir. Capaz decían que yo no quería ver a mi sobrino, que quería ver a mis hijas. Es una pavada eso porque es mi sobrino, pero es mi contención acá".
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