Cuando llegó a la casa de Gran Hermano, Romina se presentó como una madre de tres hijas a las que iba a extrañar horrores. "Lo hago por ella, por nosotras", remarcó al explicar que su sueño era alzarse con el premio que incluye plata y una casa. Sabía que el camino no sería fácil pero jamás imaginó que le costaría tanto.
Te puede interesar
Hasta el momento, Romina venía llevando bastante bien la separación y aunque ha tenido bajones, logró sobrellevarlos con la ayuda de los psicólogos de la casa. Sin embargo, este martes, durante una charla casual en la cocina, Agustín comentó: "Somos 14. Un mes tiene 4 semanas y se van eliminando por semana... tres meses más y la final".
Las palabras de Frodo calaron hondo en Romina que jamás contempló que, con la llegada de los nuevos y los exparticipantes, el juego se estiraría demasiado. En crisis, fue hasta el confesionario a preguntar si efectivamente, la estadía se prolongaría y se despachó con todo.
"Sé que no puedo ver a las nenas pero las extraño demasiado", dijo ahogada en llanto. Luego, salió y fue consolada por sus compañeros. La Tora intentó calmarla, le pidió que aguantara y Alfa se sumó diciendo que si se iba, quizás se iba a arrepentir.
¿Qué fue lo que comento Agustin?
Cuando Romina le contaba a sus compañeros el origen de su angustia, Julieta y Alfa se le fueron al humo a Agustín pero él negó rotundamente sus propias palabras. "Yo no le dije ni en pedo que el juego se iba a estirar", acotó con seguridad. ¿Fue parte de la estrategia de Frodo o sinceramente tiró el comentario al pasar?