El hombre de flequillo y sonrisa contagiosa nació el 13 de agosto de 1925 en el barrio porteño de Chacarita. Mustafá, su padre libanés, y Juana Boglich, su madre hija de croatas, el humorista no recibió todo el apoyo de sus padres en su elección profesional. Sin embargo, su vocación artística fue mucho más allá.
Balá comenzó sacando sus primeras risas en los colectivos de la línea 19, cerca de la casa donde se crio, en la calle Olleros de la Capital Federal. Del transporte público saltó a la radio y El teatro en los años 50, para llegar enseguida a la televisión y el cine.
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Carlitos en sus primeros pasos como humorista ganó un concurso cómico en la radio con el seudónimo de “Carlos Valdéz”, pero aunque su padre lo estaba escuchando, no lo reconoció. Después de un tiempo en Radio El Mundo logró reconocimiento como parte del trío cómico con Jorge Marchesini y Alberto Locati, presentados por el locutor Antonio Carrizo.
En su extensa carrera el humorista tuvo grandes éxitos, la primera fue la obra teatral “Canuto Cañete, conscripto del siete”, en 1963, que fue transformada en una película que se estrenó en los cines ese mismo año. Allí, aunque tenía 38 años, interpretaba a un soldado consentido en su casa, que se enfrentaba a los rigores de la vida militar y del bravísimo sargento Gómez que hacía Romualdo Quiroga.
Así fue como llegó a su propio show en la tele. Primero fue “Balamicina”, en canal 9 en 1963. Al año siguiente pasó a canal 13 y empezó un largo ciclo de programas familiares con mucha audiencia, como “El soldado Balá” y “El flequillo de Balá”, entre muchos otros.
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Pero sin dudas fue en “El show de Carlitos Balá” donde se ganó de manera definitiva el corazón de grandes y chicos. Allí, mientras los pequeños dejaban sus chupetes en el “Chupetómetro”, hizo famosas frases que todavía usamos: “Mirá cómo tiemblo”, “Mamá, cuando nos vamo’?, “Más rápido que un bombero”, “Un kilo y dos pancitos”, “¿Qué gusto tiene la sal?” y muchas otras que pasan de generación en generación.
Paralelamente hizo 18 películas, siempre con humor sano y apto para toda la familia. Por ejemplo, “Canuto Cañete y los 40 ladrones”, “Dos locos en el aire”, “Brigada en acción”, “El tío Disparate”, “Las locuras del profesor”, “La carpa del amor” y “¡Qué linda es mi familia!”, entre otras que se siguen repitiendo en la televisión. (TN)