La Policía de Mendoza incrementó los controles vehiculares y de alcoholemia durante 2024, acompañada por reformas legislativas que endurecieron las sanciones. Esta combinación de medidas preventivas y normativas permitió una disminución significativa en la tasa de positividad de los controles, así como una baja en las infracciones vinculadas al consumo de alcohol al volante.
En comparación con el mismo período de 2023, los controles de
alcoholemia aumentaron 241%, impulsados principalmente
por el uso masivo de alómetros. Este incremento permitió alcanzar
una tasa de positividad histórica de 3,3%, lo que evidencia una mejora
en la conducta de los conductores y en el cumplimiento de las
normativas.
Además del aumento en los operativos, Mendoza implementó un conjunto de reformas legislativas clave para reforzar las políticas de seguridad vial. Entre ellas, la Ley 9558 introdujo la figura de Reincidencia Agravada para conductores con niveles de alcohol en sangre superiores a los permitidos y extendió las inhabilitaciones hasta 365 días para reincidentes.
Por su parte, la Ley 9559 agravó las penas por conducir bajo los efectos del alcohol, mientras que la Ley 9587 redujo la vigencia de las licencias de conducir a cinco años para infractores graves o reincidentes.
Otro punto destacado fue la promulgación de la Ley 9592, que regula el uso de dispositivos electrónicos al volante. Esta norma prohíbe su manipulación durante la conducción, salvo en casos de tecnologías manos libres, y establece condiciones específicas para los servicios de transporte y entrega.
Resultados alentadores
El endurecimiento de las políticas y la intensificación de los controles no solo lograron reducir la positividad en alcoholemia sino que también impactaron en las infracciones. Durante 2024, las actas por alcoholemia disminuyeron 2%, mientras que los procesos contravencionales se redujeron 10,3%. En total, las infracciones por alcoholemia positiva bajaron 6,5% respecto del año anterior.
En cuanto al perfil de los infractores, el grupo de edad con mayor proporción de casos se encuentra entre 25 y 39 años y representa el 49,5% del total de los conductores. A medida que aumenta la edad, la proporción de infractores disminuye.