Julio Soto Ugalde, médico y reconocido deportista chileno paralímpico logró marcar un hito al hacer cumbre en el Aconcagua con su proyecto social e inclusivo Montañas Sin Límites, que busca inspirar y dar un mensaje de esperanza y superación a personas con limitaciones físicas.
Julio completó toda la ruta sin prótesis, caminando únicamente con un pie y apoyándose en dos bastones adaptados, en un tiempo récord de solo ocho días. Con esta hazaña, Soto Ugalde se convirtió en el primer andinista en llegar a la cima del Aconcagua bajo estas condiciones, haciendo historia en el andinismo.
“Entiendo que soy el primer amputado en subir el Coloso de América en este formato: sin prótesis, con dos bastones, caminado el cien por ciento de la ruta y en un plazo de solo ocho días desde la entrada al parque hasta su cumbre”, comentó.
Julio, quien a los 9 años enfrentó la amputación total de su pierna izquierda debido a un osteosarcoma, demostró que el cáncer y una discapacidad no son barreras para alcanzar grandes metas.
A lo largo de su vida, no solo se destacó en el esquí alpino representando a Chile en los Juegos Paralímpicos de Corea del Sur en 2018, sino que también se consolidó como médico traumatólogo en Puerto Montt, Chile. A sus 34 años, Julio sigue siendo un referente en el deporte adaptado y en la superación personal.
La Dirección de Áreas Protegidas, liderada por Iván Funes Pinter, respaldó desde el Ministerio de Energía y Ambiente esta expedición, garantizando la inclusión y accesibilidad en el Parque Provincial Aconcagua.
“Todas las personas, sin importar sus capacidades, son bienvenidas en las áreas naturales protegidas. Por eso, acompañamos la gestión del trámite de ingreso, eximiendo el canon correspondiente, y brindamos apoyo logístico y recomendaciones al equipo de Julio Soto, asegurando que se cumplieran todas las medidas de seguridad necesarias para esta actividad de alto riesgo”, expresó Funes Pinter.
La expedición fue guiada por el experimentado montañista Alejandro Calvo y contó con el apoyo de un equipo compuesto por Janice Rot, Paulo Grandy y Paula Godoy, además del respaldo del personal del Cuerpo de Guardaparques de Áreas Protegidas.
Este proyecto no solo simbolizó un logro personal para Julio sino que es también un mensaje transformador para las personas con limitaciones físicas, especialmente los jóvenes. La historia de Soto Ugalde recuerda que la voluntad, el esfuerzo y la perseverancia no conocen fronteras, y que cualquier meta, por más desafiante que parezca, puede alcanzarse.